viernes, 3 de julio de 2009

GRIPE H1N1: FISIOLOGÍA PERIODÍSTICA DE LA PANDEMIA


Creo que esta nota publicada en el portal de Periodismo Social (periodismosocial.org.ar/notacompleta.cfm?id=3829) sirve para que reflexionemos no sólo sobre los virus sino sobre la forma de comunicar las cosas
Gabriela

Jul 3 2009 12:00AM



Los periodistas ante el desafío de informar sin alarmar

En el mundo globalizado, los virus y las noticias, al igual que la información incorrecta, viajan rápidamente. Esta afirmación está incluida en el plan de comunicación para informar durante pandemias confeccionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y habla de la necesidad de que las autoridades cuenten con una estrategia comunicativa que incluya a los medios y a la ciudadanía en general, definiendo públicos y mensajes para “establecer, mantener y restaurar la confianza” en medio de una crisis sanitaria, como la provocada por la aparición de la Gripe H1N1.

La OMS agrega que como parte del mantenimiento de la confianza, el sector sanitario “debe informar rápidamente al público de los avances, tiene que incluir a diversos sectores en la planificación, ha de escuchar y reaccionar rápidamente frente a los interesados directos, para afrontar los rumores y reducir la perturbación social”.

Y asegura que ante la ocurrencia del brote, la población necesita información sencilla sobre la enfermedad: por qué ocurre, duración de la pandemia, cómo protegerse y las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias para extremar el cuidado de la ciudadanía. “Los medios masivos constituyen uno de los canales estratégicos para llegar a la población; será necesario entonces garantizar su colaboración para un tratamiento adecuado de emergencia”, afirma el organismo internacional.

Para el doctor Rubén Solari, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Muñiz, los medios argentinos “están reflejando la confusión de las decisiones que toman las autoridades”. Muy diferente de lo que ocurrió en Estados Unidos y México, ya que allí “había normativas más claras, en consonancia con las decisiones tomadas”.

En nuestro país, “las autoridades cambian las normativas día a día, incluso en el transcurso del día, en cuanto a la atención de pacientes. Y eso es lo que se transmite”, subraya el profesional.

Esta situación está relacionada con un hecho político singular: en plena pandemia de gripe A cambió la titularidad del Ministerio de Salud; renunció Graciela Ocaña y acaba de asumir Juan Manzur. El nuevo equipo que acompaña al flamante funcionario está revisando, entre otras cosas, las estrategias de comunicación.

El plan de contingencia -que incluye estos procedimientos de comunicación- fue elaborado por el Ministerio de Salud en la gestión del predecesor de Ocaña, Ginés González García, cuando el mundo se preparaba para una posible pandemia de gripe aviar. Ahora, reciclado, aparece en el portal del Ministerio.

En este contexto, para Susana González, directora de la agencia de noticias RENA (especializada en emergencias y desastres), los medios de comunicación “reaccionaron más rápido que los funcionarios, a no dudarlo. Aún con sus aciertos y errores, y hasta algunos con una indisimulada actitud de buscar un puntito más de rating, mostraron reflejos más rápidos. Consultas a expertos, especialistas, recorridas en centros de salud, preguntas y más preguntas en busca de respuestas que el gobierno no bajaba…”.

La información oficial “deja mucho que desear” según Guillermo Lobo, especializado en periodismo científico y encargado de informar sobre la pandemia a través de Canal 13 y TN, quien considera que la gripe H1N1 “llega en el peor momento estacional y político. Las decisiones que se toman son confusas, porque se ha mezclado un virus con la situación política del país”, enfatiza.

Más información, más responsabilidad

La gripe H1N1 o gripe A ocupa páginas y espacios en todos los medios de comunicación. Un recorrido por los diarios y noticieros de radio y televisión de hoy permite una muestra que incluye notas a especialistas, acciones preventivas de entes públicos y privados para evitar contagios, coberturas especiales sobre los cuidados que deben adoptar los grupos de riesgo, como es el caso de las embarazadas; la escasez de barbijos y alcohol en gel (hasta se dan fórmulas para realizar fabricaciones caseras de estos elementos); dudas sobre la efectividad de estos insumos, entrevistas a médicos y funcionarios mexicanos para que cuenten cómo abordaron la emergencia… y muchas notas sobre los miedos de la gente.

“Es un desafío informar en este momento” confiesa Matías Loewy, periodista científico y editor de la revista Newsweek Argentina. Y es un desafío doble porque “hay un estado de alarma social que potencia la demanda de información equilibrada, y se trata de una epidemia cuya principal característica, como ocurre con las enfermedades nuevas, es la incertidumbre: los médicos no saben su letalidad, sus complicaciones, su capacidad de transmisión, si puede mutar a una cepa más virulenta…”.

Coincide con él Valeria Román, reconocida y premiada periodista científica de Clarín, que desde Londres –donde participa de un Congreso- advierte a Periodismo Social que “informar sobre el avance de la epidemia sin aumentar la sensación de pánico en el público, es un reto para el periodismo en este momento”.

El infectólogo Rubén Solari reconoce que “frente a una situación sanitaria como la que tenemos, es difícil mantenerse en una situación neutral. No hay que generar psicosis ni tampoco pasar cosas por alto. Es difícil para los periodistas informar en forma equilibrada, yo creo que hay medios que exageran un poco. La mayoría se maneja con la información que el Ministerio de Salud provee y eso está bien, aunque todo lo que pasa no sale a la luz. En algunos medios hacen una utilización política. Algunos lo han hecho con el dengue, y ahora lo vuelven a hacer con la Gripe A”.

Para Román y Loewy, las fuentes oficiales y los especialistas son la prioridad en sus coberturas.

Guillermo Lobo hace un parangón con la reciente cobertura que realizó sobre el dengue: “Estamos mucho mejor en cuanto a la predisposición de las fuentes. En el canal nos manejamos con los infectólogos que forman parte de los distintos comités de Crisis conformados para hacer frente a la pandemia, son profesionales que están a disposición las 24 horas, que utilizan un lenguaje claro. En cambio, cuando hubo que trabajar con profesionales de la salud para informar sobre dengue, no colaboraban y hasta entorpecían el trabajo periodístico”.

Valeria Román realiza sus notas con los datos que van actualizando los cambios de la epidemia a nivel nacional e internacional, el conocimiento científico sobre el nuevo virus, “y las medidas de prevención que los ciudadanos pueden seguir”.

En tanto el editor de Newsweek Argentina elige contar “lo que saben (y no saben) los especialistas, cuáles son las medidas probadas (y probables) para contener la expansión del virus, y cuáles son los mitos y leyendas sin fundamento que se echan a rodar”.

“Información teñida”

El neumonólogo Eduardo Giugno, director de la carrera de Médico Especialista en Neumonología de la Facultad de Medicina de la UBA y jefe de servicio de Clínica Médica del Hospital Cetrángolo, cree que “mucha información está teñida. Hay que hacer un mayor hincapié en las opiniones de la sociedad científica, tienen mucho valor ya que se trata de una asociación de expertos”.

“Es muy útil porque no es una información sesgada como ocurre, por ejemplo, con las opiniones de políticos, ya sean oficialistas o de la oposición. Este tipo de información puede siempre tener algún tipo de sesgo”, añade el experto.

Poder despegar la información sobre la pandemia de los dramas de la coyuntura política, es una preocupación de periodistas y especialistas médicos. Valeria Román prefiere esperar a que pase la etapa de crisis para hacer una evaluación sobre las estrategias aplicadas.

En consonancia, Matías Loewy considera que, ante la incertidumbre que rodea la enfermedad, es prematuro hacer una valoración de las medidas adoptadas. Pero agrega que el gobierno, “acusado de inacción ante la epidemia de dengue, sobreactuó la reacción y llevó adelante medidas que no recomendaba la OPS, como cerrar vuelos o colocar detectores de fiebre en los aeropuertos”.

“Por otra parte –agrega Loewy-, un gobierno no tiene que hacer sólo lo que recomiendan los infectólogos, que si por ellos fuera, cerrarían el país y mandarían a todos a sus casa durante un mes”.

Guillermo Lobo también reconoce que le preocupa cómo tratan la situación algunos medios: “No hay que olvidar que hay un periodismo especializado, y que quienes no tienen formación en salud y ciencia en general, fallan en la elección de sus fuentes y por lo tanto, falla la comunicación”, apunta.

Guía de fuentes para la cobertura periodística

Organización Panamericana de la Salud- Recursos de Comunicación
http://www.paho.org/spanish/ad/SMC_Homepage_Sp.htm

Guía sobre periodismo preventivo y cobertura de situaciones de riesgo de ANDI
http://www.andi.org.br/_pdfs/gripe_aviar.pdf

Organización Mundial de la Salud
http://www.who.int/csr/disease/swineflu/es/index.html

Ministerio de Salud
http://www.msal.gov.ar/htm/site/pdf/prev-gripe-a.pdf

Plan de contingencia del Ministerio de Saludo con pautas de comunicación
http://www.msal.gov.ar/htm/site/pdf/plan-contingencia-09.pdf

Infografía sobre gripe A- Fundación Eroski
http://www.crid.or.cr/cd/CD_Infografia-Gripe_porcina/index.html

La experiencia de los medios mexicanos en el blog de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información
http://mediosantelainfluenza.wordpress.com

Fundación del Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI)
http://www.funcei.org.ar/default.aspx

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