sábado, 6 de diciembre de 2008

Qué queda del estructuralismo

(apareció en revista Ñ,06-12-08 y lo envió Marcela Bazterrica)


Fue sin duda la corriente de pensamiento de mayor peso en el siglo XX. Después de la experiencia de Claude Lévi-Strauss con las tribus amazónicas, en los 30, plasmada en Tristes trópicos, se expandió desde la antropología a la filosofía, la crítica literaria, la filosofía, la psiquiatría, en busca del funcionamiento de la cultura toda. Cuestionado luego, es imposible no seguir debatiéndolo. Opinan José Pablo Feinmann y Eliseo Verón.

Por: Marcelo Pisarro



EL ESTRUCTURALISMO invadió todas las disciplinas y el fin de siglo lo puso en tela de juicio en un debate que no cesa.
Suponiendo que Claude Lévi-Strauss no hubiese hecho otra cosa que escribir Tristes trópicos , su libro de 1955, su obra seguiría estando a mil años luz que la de cualquier otro antropólogo. Y Tristes trópicos ni siquiera es un libro de antropología en sentido estricto. En todo lo que ese libro exige, en todo lo que ese libro sabe que no obtendrá, se encuentra la espina que el estructuralismo –como método científico, corriente de pensamiento, como afirmación política y posibilidad estética– dejó clavada en el corazón del siglo XX: no la duda sobre si el saber occidental será capaz de responder las preguntas acerca de la naturaleza humana, sino la sospecha de que probablemente no valga la pena.

Tristes trópicos es el relato de un antropólogo que, a mediados de la década de 1930, deja su acomodada vida académica en Francia y llega a la selva amazónica en busca de su objeto de estudio soñado: "Una sociedad humana reducida a su expresión básica". Va detrás del gran premio, el equivalente del arqueólogo que gana la carrera por ser el primero en abrir la tumba de un gran faraón: el momento en que una sociedad que se creía completa, cerrada y autosuficiente, descubre que no es nada de todo eso. Lo que Lévi-Strauss encuentra, en cambio, es el producto del colonialismo, la transformación de los antiguos salvajes en aguas residuales del progreso industrial europeo. Encuentra basura, pobreza, excremento, barro. "La mugre, nuestra mugre que hemos arrojado al rostro de la humanidad".

El antropólogo no se resigna. Penetra más y más en la selva. Quiere localizar, dice, esa sociedad que todavía no fue contaminada por la civilización europea. Por la mugre. Finalmente, cerca de la frontera con Bolivia, se topa con los tupi-kawahib: salvajes, impolutos, el sueño de Rousseau y de Durkheim. Sin embargo, por más que lo intenta, no consigue comunicarse con ellos. No se entienden. No hablan la misma lengua. "Estaban realmente dispuestos a enseñarme sus costumbres y creencias, pero yo nada sabía de su lengua. Estaban tan cerca de mí como una imagen vista en un espejo. Los podía tocar pero no podía entenderlos. Allí tuve mi recompensa y al mismo tiempo mi castigo, pues, ¿no consistía mi error, y el de mi profesión, en creer que los hombres no son siempre hombres? ¿En pensar que algunos merecen más nuestro interés y atención porque en sus maneras hay algo que nos asombra?".

Lévi-Strauss regresa a Francia. Ahora lo sabe: la condición para volver inteligible a ese otro lejano y exótico es que la mugre ya lo haya manchado. El precio que se paga por conocer es deambular entre ruinas: los primitivos, los salvajes, son también parte del fango de la modernidad.

El antropólogo no se resigna tampoco ahora. Hay otra opción. En lugar de merodear en tribus lejanas, de regodearse en su extrañeza, de lamentarse al ver en qué los hemos convertido, es posible construir un modelo teórico de sociedad que abarque a ésa y a todas las sociedades primitivas. El espíritu humano es el mismo en todos lados. Lo que prima es el intento de llevar orden al caos, de ordenar un universo desordenado. Hay un todo establecido, coherente. Un número limitado de estructuras que se repiten una y otra vez. Un sistema. Valiéndose de la matemática, la lingüística, la cibernética, las ciencias del signo, es posible reconstruir esas estructuras, bosquejar una suerte de tabla periódica con los elementos que conforman esas sociedades. Los mitos, las leyendas, los dialectos, los bailes, los tatuajes, son accidentes, contingencias. Lo que importa es la estructura, lo que subyace: el estudio del pensamiento humano a través de una ciencia formalista, taxonómica, universal, abstracta.

A mediados del siglo XX, con los hornos de Auschwitz todavía calientes y las luchas por la descolonización estallando alrededor del mundo, el estructuralismo se propuso la empresa más grandiosa jamás imaginada: comprender cómo funciona la mente humana. Y Lévi-Strauss hizo escuela.

La contradicción que el estructuralismo guarda en su seno, la contradicción que enterró en el corazón del siglo XX, radica en que el mayor intento colectivo por convertir a las ciencias humanas en una gran ciencia positiva universal es producto de la búsqueda de redención personal de un solo hombre. Y para lograrlo, explicó décadas después el antropólogo Clifford Geertz, este hombre creó una máquina infernal de la cultura, que aniquilaba la historia y lo engullía todo a su paso. Lévi-Strauss logró construir un modelo teórico, político, estético, que satisfacía su búsqueda personal: entender a los hombres sin conocerlos, conseguir una aproximación intelectual y mantener la distancia física. "Odio los viajes y a los exploradores", así empezaba Tristes trópicos . Bastó esa línea, y Lévi-Strauss ya estaba a mil años luz.

El advenimiento del estructuralismo, escribió Geertz, fue ante todo un logro retórico: el discurso que Lévi-Strauss inventó para los hechos curiosos que describía o para sus curiosas explicaciones de estos hechos curiosos. "Lo que consiguió cambiar la mentalidad de la época, como ninguno de esos elementos lo hubiera logrado antes, fue la sensación de que había aparecido un nuevo lenguaje en el que todo, desde la moda femenina, como en El sistema de la moda de Roland Barthes, hasta la neurología, como The quest for mind de Howard Gardner, podía discutirse y analizarse de una manera útil. Fue toda una serie de términos (signo, código, transformación, oposición, intercambio, comunicación, metáfora, metonimia, mito... estructura), tomados en préstamo y reelaborados tanto a partir del léxico de la ciencia como del arte, los que sirvieron para definir la empresa de Lévi-Strauss, más allá del limitado interés que muchos pudieran tener en el sistema de secciones australiano o la configuración de las aldeas bororo".

A mediados de siglo, el lenguaje, o el método, o las hipótesis, o el modelo, o lo que fuese que ese antropólogo francés estuviese diciendo en nombre del estructuralismo, se extendió hacia otras disciplinas. Pocos, muy pocos, se definieron como "estructuralistas", pero de pronto en lingüística, psiquiatría, historia, política, sociología, semiología, matemática, filosofía, literatura, biología, y más, el estructuralismo permitía decir cosas que hasta ese momento no habían sido dichas: permitía, parafraseando una definición ya clásica de Lévi-Strauss, generar buenas categorías para pensar.

Y sin embargo nadie sabe con certeza qué es, o qué fue, el estructuralismo. En general las definiciones, más allá de algunos lugares comunes (su antihumanismo, su objetivismo, sus oposiciones dicotómicas binarias que lo explican todo: alto-bajo, derecha-izquierda, crudo-cocido, significado-significante), parecen chocarse entre sí y no arribar a ningún puerto. "Digámoslo francamente –escribió el filósofo François Wahl en 1968, en la introducción de un libro de Dan Sperber llamado ¿ Qué es el estructuralismo? –. Cuando se nos pregunta acerca del estructuralismo, no comprendemos la mayoría de las veces acerca de qué se nos quiere hablar".

El estructuralismo no nació con Lévi-Strauss. Su fundación, simbólica, se remonta a 1916, cuando se publicó la obra póstuma de Ferdinand de Saussure, el Curso de lingüística general . Pero en el trayecto que va desde el Curso de lingüística general hasta la edición de los cuatro tomos de las Mitológicas de Lévi-Strauss (entre 1964 y 1971), el estructuralismo pareció haber mutado como en esas películas de la RKO en las que una pequeña lagartija se metía donde no debía, recibía algún tipo de radiación y se convertía en un monstruo gigante y deforme que pisoteaba todo lo que encontraba a su paso. El estructuralismo, para entonces, era Godzilla.

Bajo la etiqueta de estructuralismo podía ponerse casi todo, pues casi todo parecía haber sido tocado por el estructuralismo. Sea para abrazarlo, rechazarlo, ignorarlo, adecuarlo, criticarlo, superarlo o revisitarlo, el estructuralismo parece ser la corriente de pensamiento endémica del siglo XX. Emerge con diferentes rostros en diferentes lugares, y cuando parece erradicado vuelve a florecer en una nueva cepa. Lo que sigue es tan obvio que produce sarpullido, pero para que exista, por ejemplo, un posestructuralismo (para que pueda fijarse como corriente intelectual o como estilo de época que atraviesa objetos culturales de diferentes géneros, para que pueda establecer sus límites, deudas, rupturas y continuidades) debe existir un estructuralismo: debe continuar siendo aquello con lo que se dialoga. De una manera u otra, agrade más o menos la conversación, el estructuralismo sigue siendo un interlocutor inevitable.

En 1987, en L a derrota del pensamiento , Alain Finkielkraut relataba cómo había sucedido todo eso, cómo el estructuralismo se había adueñado de la vida académica y política de posguerra, cómo Lévi-Strauss se había convertido en –vaya– un héroe. Veinte años más tarde todavía sigue siendo una historia válida, una historia que puede pasar por cierta.

El comienzo de la historia que Finkielkraut estaba contando podía situarse en noviembre de 1945, cuando se realizó el acto constitutivo de la UNESCO: un nuevo intento por llevar la luz de la razón a la oscuridad que todavía crepitaba en los hornos de Belsen. Sacar a la Humanidad de las tinieblas; impedir que el fanatismo, el totalitarismo y la ignorancia volvieran a idiotizar al Hombre... Momento, momento. ¿Qué hombre? ¿El hombre del existencialismo sartreano, que por entonces seducía a propios y extraños? ¿El hombre del iluminismo? ¿Qué hombre?

En 1951 Lévi-Strauss presentó un trabajo escrito por encargo de la UNESCO: Raza e historia . Una parte del texto apuntaba hacia el lugar esperado: el concepto de "raza". Las diferencias entre grupos humanos, escribió, obedecen "a circunstancias geográficas, históricas y sociológicas, no a aptitudes vinculadas a la constitución anatómica o fisiológica de los negros, de los amarillos o de los blancos". Todos de acuerdo, aplausos.

Pero cuidado, agregó Lévi-Strauss, y cuando Finkielkraut lo relataba, treinta y cinco años más tarde, uno podía percibir la emoción en su voz: no basta con quitarse de encima la predestinación biológica, también hay que rechazar la jerarquización de las diferencias culturales. La época de la que intentaba salirse, creía Lévi-Strauss, estaba marcada tanto por el totalitarismo como por el colonialismo: la mugre, nuestra mugre. Los filósofos iluministas, en el siglo XVIII, habían caído en la trampa. Hablaron en nombre de la Humanidad parados en el que suponían último estadio de desarrollo moral, tecnológico, científico, el final de una única línea de progreso humano. Casi dos siglos después, los fundadores de la UNESCO se aprestaban a hacer lo mismo.

"En el momento en que la UNESCO se propone abordar un nuevo capítulo de la historia humana –escribió Finkielkraut–, Lévi-Strauss recuerda, en nombre de su disciplina, que la era de la que se trata de salir está tan marcada por la guerra como por la colonización, tanto por la afirmación nazi de una jerarquía natural entre los seres como por la soberbia de Occidente, tanto por el delirio biológico como por la megalomanía del progreso". La crítica de la superioridad racial debe combinarse con la crítica de la superioridad cultural. No hay una sola civilización, propone Lévi-Strauss; hay culturas, muchas, en plural. "Lévi-Strauss se apropia de la solemne ambición de los fundadores de la UNESCO –iluminar a la humanidad para conjurar los peligros de la regresión a la barbarie–, pero la dirige contra la filosofía a la que éstos rinden pleitesía", seguía Finkielkraut. "El objetivo sigue siendo el mismo: destruir el prejuicio, pero, para conseguirlo, ya no se trata de abrir a los demás a la razón, sino de abrirse uno mismo a la razón de los demás".

Se esparció como una mancha de brea. Imitando el ejemplo de la antropología estructuralista, las ciencias humanas comenzaron una cacería del etnocentrismo, una denuncia de todas las formas en que –en nombre de un humanismo universalista, vago, metafísico– Occidente hacía prevalecer su dominio pasado y presente. Los historiadores rompieron la línea del tiempo, trastocaron su continuidad; los sociólogos combinaron el marxismo con la etnología estructuralista: en todas las sociedades hay división de clases (decían con Marx), y en cada clase hay un universo simbólico distinto y equivalente (decían con Lévi-Strauss). Los lingüistas encontraron las mismas estructuras narrativas en las "grandes novelas" y en los "cuentos populares"; todas las teorías de la descolonización usaron el mismo sonsonete: ni las sociedades ni las personas crean de manera absoluta, sólo se limitan a elegir determinadas combinaciones; no hay dos culturas que sean iguales, pero todas parten de la misma actividad combinatoria y no pueden ser jerarquizadas.

La bola de nieve no se detuvo. Noam Chomsky, Roland Barthes, Jacques Derrida, Jacques Lacan, Umberto Eco, Jean Piaget, Thomas Kuhn, Michel Foucault, Louis Althusser o Julia Kristeva, por nombrar poco y atropellado, llevaron el estructuralismo a sus respectivas disciplinas. Godzilla, sí. Parecía imparable, y pronto llegó el ejército a hacerle frente, con los tanques de guerra y todo. Pero ya había comentado Nietzsche qué pasa cuando uno combate contra monstruos. No es que el estructuralismo, o Lévi-Strauss, hayan estado exentos de críticas. Al contrario. Muchos filósofos acusaron al estructuralismo de ser demasiado cientificista y muchos científicos lo acusaron de ser demasiado filosófico. Se dijo que Lévi-Strauss era un mago: que encontraba estructuras por todos lados, que las sacaba de su galera mágica junto con conejos y ramos de flores. Se le imputó plantear preguntas y no responderlas; mezclar azarosamente cualquier cosa que se le cruzara; no hacer suficiente trabajo de campo; hacer demasiado trabajo de campo; usar demasiada información; usar muy poca información; usar información desactualizada; ser demasiado positivista; ser demasiado poético; ignorar la historia; ignorar a los individuos; ser demasiado determinista; tomar un montón de temas complicados y volverlos imposibles. Las versiones más "duras" del estructuralismo se han vuelto obsoletas, o al menos no gozan del acuerdo que gozaron hasta fines de la década de 1960. Gran parte de sus hipótesis (o métodos, o discursos, o... lo que sea) fueron retomadas por las corrientes posestructuralistas, posmodernas, deconstructivistas, constructivistas, etc. Otras fueron descartadas, y muchas otras se volvieron parte de agendas políticas y sociales, parte del sentido común, de la embrutecida cotidianeidad de los hechos de todos los días.

"En disciplinas como la nuestra –escribió Lévi-Strauss en la Obertura de Mitológicas . Lo crudo y lo cocido –, el saber científico avanza a paso inseguro, bajo el látigo de la contención y la duda. Deja a la metafísica la impaciencia del todo o nada. Para validar nuestra empresa no es preciso a nuestros ojos que esté asegurada de disfrutar, durante años y hasta en sus menores detalles, de una presunción de verdad. Basta que se le reconozca el modesto mérito de haber dejado un problema difícil en estado menos malo que como se lo encontró".

Suponiendo que Claude Lévi-Strauss no hubiese hecho otra cosa que escribir Tristes trópicos , su libro de 1955, su obra seguiría estando a mil años luz que la de cualquier otro antropólogo. Si la historia que estuvimos contando es correcta, si el estructuralismo comenzó con el intento de un solo hombre por expiar las culpas por lo que Occidente había hecho con las sociedades no occidentales, y terminó en el mayor intento colectivo por entender cómo funciona la mente humana, ni una exigencia ni la otra fueron satisfechas.

Ese es el secreto que encierra Tristes trópicos : que el precio por conocer es la destrucción de aquello que busca conocerse. "Nunca más, en ninguna parte, volveré a sentirme en casa", se lee allí, sólo para pasar un par de páginas y encontrarse con una cita de Pascal: "Nada nos puede consolar, cuando lo pensamos detenidamente". En todo lo que ese libro exige y en lo que sabe que no obtendrá, se encuentra la espina que el estructuralismo dejó clavada en el corazón del siglo XX: "¿Para qué sirve actuar, si el pensamiento que guía la acción conduce al descubrimiento de la ausencia de sentido?". Es lo que Lévi-Strauss, hace setenta años, intuyó que no sería capaz de responder.

jueves, 27 de noviembre de 2008

LOS SUPLEMENTOS CULTURALES


En las horas de Semiótica, se realizó el trabajo enfocando en las revistas “ADN cultura” que salen cada sábado gratuitamente con el diario La Nación.

Estas revistas son un vehículo de propaganda del mercado literario.

Se tomó para el análisis cinco suplementos, por medio de la selección de los títulos principales de cada portada, donde se puede ver claramente, cómo, a través de mecanismos semiológicos, éstos imponen una tendencia literaria.

El canon es definido como las obras y sus lecturas "apropiadas" que han sido consideradas por la crítica literaria como los mejores exponentes de la literatura.
Los suplementos literarios de los medios masivos de comunicación, por medio de procedimientos y mecanismos semiológicos, imponen un género narrativo, una “tendencia literaria”. A lo largo del trabajo se pueden ver -a partir de los títulos y las notas principales- variedad en los temas tratados, autores clásicos e innovaciones, así también como distintas editoriales.

En el número de “Libros para entender el país”, no sólo se enfatiza en clásicos como “Facundo”, “Recuerdos de provincia” o “Martín Fierro, que estarían dentro de un proceso de revalorización del canon sino también en libros de nuevos autores, donde se trata de “insertar” al canon nuevas propuestas literarias. Lo paradójico de esto es que la misma revista se encarga de seleccionar a los críticos que a su vez harán la lista de los libros para entender la Argentina. Estos críticos, no sólo eligen algunos de los clásicos nombrados anteriormente, sino que en su lista están presentes las obras de los votados por la revista. Parece un juego de palabras, pero para expresarlo de un modo más simple: se vende lo que se promueve. Y se promueven entre ellos. Sarlo elige a Botana, Botana a Gregorich, etc. En “El rey de la nueva novela policial”, la entrevista se realiza a un autor extranjero, pero se lo promociona a partir de que está legitimado internacionalmente, ya que tiene varios premios ganados y también, al principio de la entrevista, dice: “Es yerno de Ingmar Bergman”. Esto no es algo menor, porque nos da el perfil de lector de la revista “adn cultura”. Un lector culto, con conocimientos en el mundo artístico internacional. Sólo da el nombre del suegro del entrevistado, no aclara quien es, que hace… Ingmar Bergman es escritor, director y productor de teatro, cine, radio y televisión sueco, sin duda la figura más destacada del cine escandinavo, pero: ¿cualquier lector sabe esto? Los premios literarios son de gran influencia al momento de elegir los autores que se entrevistarán, o si se dará promoción de algún libro. Los mecanismos usados, en este caso, son las fotos de los autores promocionados con pie de foto, destacando los premios ganados y por supuesto, sus libros consagrados. Otro procedimiento es el de dar a conocer al público lector un fragmento de la nueva obra de ese autor. El tercer número analizado es el de “Las nuevas caras de la Literatura Argentina”, en el que los entrevistados son nueve jóvenes, algunos, seleccionados por indicación de críticos que enseñan fuera del país, otros fueron sugeridos por lectores de librerías que están fuera del circuito comercial. La lista es injusta –toda selección lo es- pero así es el canon, se renueva con la incorporación de nuevos escritores, se discriminan algunas obras o autores y se resignifica, se mantiene o se excluye a los viejos, siempre con ayuda del mercado literario, claro.

En “El boom de la Literatura infantil” se puede ver claramente el trabajo de imposición que hace la revista, con diferentes recursos. La nota promociona una revolución en libros para chicos y jóvenes, nombra a los clásicos de ahora como Harry Potter y Las crónicas de Narnia, pero también promociona a los clásicos viejos como Robinson Crusoe, Alicia en el país de las maravillas y María Elena Walsh. Raramente, en el número siguiente sacan como título principal de la revista “El regreso de María Elena Walsh”, con cuatro páginas dedicadas a su vida y su carrera y dos páginas más para poner un fragmento de las obras recientemente publicadas de la autora.

Todo canon es una imposición social generada por la institución literaria”.
La delimitación del canon y por consiguiente de la literatura en general, como una construcción social, implica además la existencia de los cánones literarios atendiendo a la dimensión social que se estudie, a la instancia del circuito literario que se analice.
Por todo lo explicado, la noción de canon más que favorecer la "clausura" posibilita adentrarnos en el análisis de la institución literaria, y en particular de la función de crítica, como un espacio de debate y de lucha, la cual no debe sólo estudiarse para comprender su funcionamiento, sino para poder intervenir conscientemente en ésta.

Miriam Álvarez

P.F Lengua y Literatura. 3° año.

RESPIRAMOS, PESE AL CALOR


... Y pese a los exámenes y el trajin de fin de año, el blog está exhausto pero vivo. Marcela Bazterrica, de primero Lengua, envió este artículo que, realmente, vale la pena.
¡Aguanten, que ya vienen las vacaciones!
ACLARACIÓN: PROHIBIDO DECIR "NO SABÍA QUE ESTABA VIVO"


Los 100 años del padre del estructuralismo

El antropólogo Claude Lévi-Strauss cumple un siglo de vida con plena lucidez

Claude Lévi-Strauss, uno de los intelectuales más relevantes del siglo XX, destacado antropólogo y padre del enfoque estructuralista de las ciencias sociales, que ha influido de manera decisiva en la filosofía, la sociología, la historia y la teoría de la literatura, cumple mañana 100 años de vida. A pesar de su longevidad e intensa actividad intelectual desde antes de la Segunda Guerra Mundial, Lévi-Strauss, miembro de la Academia de Francia desde 1973, goza de buena salud y se mantiene lúcido, como relató a la prensa el director del museo Quai Branly de París, Stéphane Martin, institución que alberga un teatro con el nombre del célebre antropólogo.

Francés nacido en Bruselas el 28 de noviembre de 1908, este centenario humanista es hijo de un judío agnóstico de origen alsaciano que le educó en un ambiente artístico, aunque terminó cursando estudios de Derecho y Filosofía en la Sorbona de París. El autor de Mythologiques ejerció como profesor de esta última disciplina hasta que recibió una invitación de Marcel Mauss, padre de la etnología francesa, para ingresar en el recién creado departamento de etnografía.

Fue así como despertó en Lévi-Strauss la curiosidad por una materia en la que desarrollaría una brillante carrera y que le ha concedido un "lugar preeminente entre los investigadores del siglo XX", explicó el profesor de Antropología Social de la Universidad Complutense de Madrid Rafael Díaz Maderuelo.

Entre los Bororo y los nambikwara

Su nueva vocación le llevó a aceptar un puesto como profesor visitante en la universidad brasileña de Sao Paulo, de 1935 a 1939, estancia que le posibilitó llevar a cabo trabajos de campo en el estado amazónico de Mato Grosso y en la Amazonía. Allí realizó estancias esporádicas entre los bororo, los nambikwara y los tupi-kawahib, experiencias que le orientaron definitivamente como profesional de la antropología, campo en el que su trabajo aún hoy "sigue siendo válido para la mayoría de los antropólogos", señaló Díaz Maderuelo sobre el autor de El pensamiento salvaje.

Tras regresar a Francia, en 1942 se trasladó a Estados Unidos como profesor visitante en la New School for Social Research de Nueva York, antes de un breve paso por la embajada francesa en Washington como agregado cultural. De vuelta a París, fue nombrado director asociado del Museo del Hombre y se convirtió después en director de estudios en la École Pratique des Hautes Études, entre 1950 y 1974, trabajo que combinó con su enseñanza de antropología social en el Collège de France, hasta su jubilación en 1982, al tiempo que dirigía el Laboratorio de Antropología Social.

La teoría de la alianza

Hijo intelectual de Émile Durkheim y de Mauss, e interesado por la obra de Karl Marx, por el psicoanálisis de Sigmund Freud, la lingüística de Ferdinand Saussure y Roman Jakobson, el formalismo de Vladimir Propp y un largo etcétera, es además un apasionado de la música, la geología, la botánica y la astronomía. Las aportaciones más decisivas del trabajo de Lévi-Strauss se pueden resumir en tres grandes temas: la teoría de la alianza, los procesos mentales del conocimiento humano y la estructura de los mitos.

La teoría de la alianza defiende que el parentesco tiene más que ver con la alianza entre dos familias por matrimonio respectivo entre sus miembros que, como sostenían algunos antropólogos británicos, con la ascendencia de un antepasado común. Para Lévi-Strauss, no existe una "diferencia significativa entre el pensamiento primitivo y el civilizado", señaló Díaz Maderuelo, pues la mente humana "organiza el conocimiento en parejas binarias y opuestas que se organizan de acuerdo con la lógica" y "tanto el mito como la ciencia están estructurados por pares de opuestos relacionados lógicamente".

Comparten, por tanto, la misma estructura, sólo que aplicada a diferentes cosas. Respecto a los mitos, el intelectual sostiene desde la reflexión sobre el tabú del incesto, que el impulso sexual puede ser regulado gracias a la cultura. "El hombre no mantiene relaciones indiscriminadas, sino que las piensa previamente para distinguirlas. Desde ese momento ha perdido su naturaleza animal y se ha convertido en un ser cultural", comentó Díaz Maderuelo.

Para Lévi-Strauss, las estructuras no son realidades concretas, sino más bien modelos cognitivos de la realidad que sirven al hombre en su vida cotidiana. Las reglas por las que las unidades de la cultura se combinan no son producto de la invención humana y el paso del animal natural al animal cultural -a través de la adquisición del lenguaje, la preparación de los alimentos, la formación de relaciones sociales, etc.- sigue unas leyes ya determinadas por su estructura biológica.

miércoles, 8 de octubre de 2008

ODIAR A TU PERSONAJE

(compartido por Marcela Bazterrica)
"Pido a Dios librarme de Karénina"
La correspondencia de Tolstói, inédita en España, refleja su gran tormento interior
CARLES GELI - Barcelona - 25/09/2008
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"Ahora me voy a poner a la aburrida y trivial Anna Karénina y le ruego a Dios que me conceda la fuerza que necesito para sacármela de encima lo más rápidamente posible". La carta está fechada en su hacienda de Yásnaia Poliana, el 25 de agosto de 1875, y va dirigida a su gran asesor en temas filosóficos y religiosos, Nikolái Strájov. ¿Se ha vuelto loco León Tolstói para hablar así de una de sus novelas, de las mejores de todos los tiempos? La cosa parece grave, porque tampoco se salva Guerra y paz: "Me resulta repugnante. Es un sentimiento semejante al que experimenta una persona cuando ve las huellas de una orgía en la que participó". ¿Secuela de las heridas de cuando, como oficial, estuvo en el sitio de Sebastopol? ¿Efecto secundario de vegetariano estajanovista? ¿Demencia senil avanzada? Nada de eso: "Está ya en otro momento de su vida, vive por y para la pedagogía, la revisión de Evangelio, sus escritos religiosos... y entonces se pregunta cómo puede haber escrito tanta mentira y tanta ficción superficial. Fíjese que desde entonces ya no volverá a hacer ninguna gran novela", afirma Selma Ancira, responsable de la Correspondencia del escritor ruso, inédita en España y que ahora publica Acantilado.
Misivas bajo la bóveda de acero
"Tolstói era un peligro para cualquier régimen: con tanto poder y popularidad le seguía el mundo entero; en su casa de Yásnaia Poliana iba todo el mundo y todos le escuchaban", testimonia Selma Ancira. Y tanto es así que aún hoy su mirada del mundo sigue vigente: unas 150 escuelas en Rusia estudian con sus libros, al igual que sobreviven colonias tolstoianas, donde no se bebe nada de alcohol, no se fuma, la alimentación es espartana y frugal e impera el ascetismo más riguroso. Un tipo de comunidad de la que Màxim Gorki, ferviente admirador, quiso ser apóstol.
El respeto por Tolstói pervive hoy... dentro de las posibilidades de la contradictoria Rusia. La mayoría de los originales se conservan en la "habitación de acero" del Museo Tolstói de Moscú. "Los vigilantes están tres minutos para desconectar todas las alarmas antes de abrir las puertas con anclajes de un lugar que es como la caja fuerte de un banco", dice Ancira, que trabajó allí entre 1999 y 2007, los mismos años que ha necesitado para su tríptico tolstoiano.
Las cartas no están digitalizadas y cada una debe buscarse en un fichero, que remite a una carpeta donde está cada misiva protegida por papel antihumedad. Gracias a Ancira, la edición española es la primera que no tiene fragmentos censurados con el pretexto de ser "incomprensibles". "La tranquilidad es una bajeza moral", decía Tolstói.

La 'Nueva Gramática' se presentará en diciembre de 2009 y "será monumental"


(compartido por Marcela Bazterrica)


EFE - Madrid - 03/10/2008

La Nueva Gramática del español, que las 22 Academias de la Lengua han preparado durante 11 años, ya tiene fecha: se presentará oficialmente el 10 de diciembre de 2009 y "será monumental", no sólo porque tendrá más de 3.000 páginas sino porque reflejará "el español total".


La fecha de publicación de la Gramática la ha anunciado esta tarde el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, en la 64 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa, en la que también ha afirmado que la nueva versión de la Ortografía estará terminada para el V Congreso Internacional de la Lengua Española, que se celebrará en Valparaíso (Chile), en marzo de 2010.
García de la Concha ha hablado de los proyectos que las 22 Academias de la Lengua Española tienen entre manos en una mesa redonda sobre el idioma español, que fue moderada por el presidente de la Agencia EFE, Alex Grijelmo, y en la que también intervinieron el director de la Academia Mexicana de la Lengua, José Moreno de Alba, y el presidente de la Academia Argentina de las Letras, Pedro Luis Barcia.
Ante periodistas de numerosos países americanos, García de la Concha dijo que la Nueva Gramática de la Lengua Española "atiende al español vivo de hoy día, sin perder la referencia a la tradición. El director de la RAE recordó, que, como suele decir Ignacio Bosque, ponente de la Gramática, esta obra "será un gran mapa en relieve del mundo hispanohablante; contendrá la norma común y las variedades de cada lugar, y todo ello autorizado con citas de numerosos autores".
Además de esa Gramática "monumental" de 3.200 páginas, se publicará también un compendio, de 700 páginas, y "un epítome o manual", que tendrá 300 páginas. La Gramática será "muy útil" para cualquier hispanohablante y en especial para los periodistas, porque "se estudia hasta el más mínimo problema gramatical" y porque, como suele decirse, "se barre debajo de la alfombra: todas las cuestiones controvertidas de la lengua están en sus páginas".

La RAE estudia elaborar una tabla de abreviaturas para SMS


(compartido por Marcela Bazterrica)



EUROPA PRESS - Madrid - 18/01/2008

El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, ha señalado que la RAE estudia elaborar una tabla de abreviaturas para los SMS y ya trabaja en un corrector de Microsoft con una base léxica de 500 millones de registros dentro de su meta de adaptar los conocimientos de la Academia a las nuevas tecnologías.

Además De la Concha indicó que, dentro de los tres parámetros sobre los que trabaja la Real Academia (la ortografía, una nueva gramática y el diccionario en la red) hay que dar respuesta a todas las personas que escriben en Internet o que utilizan los mensajes de móviles. La RAE tiene conciencia de que la lengua es del pueblo y es callejera", asegura el responsable de esta institución durante el encuentro 'Aprendiendo a exportar: Contenidos culturales para el mundo', celebrado en Madrid y organizado por el ICEX.
Creación del dominio '.esp'
En esta misma línea, De la Concha ha asegurado que han solicitado junto a Red.es crear el dominio '.esp' porque la lengua "vuela" y "desde la Real Academia no agotaremos nunca las posibilidades del español", advirtió. Asimismo, ha anunciado que a finales de 2008 o principios de 2009, habrá una nueva gramática que tendrá como referencia 3.000 o 4.000 páginas con un mapa en relieve de toda la sintaxis y la fonética del español y destacó que el diccionario de la RAE recibe 750.000 consultas diarias.
Esta nueva Gramática, cuya edición académica anterior data de 1931, incluirá también un DVD para mostrar los diferentes acentos del español en el mundo. "La RAE no es un club de notables", advierte el director de esta institución, quien ha destacado que el español puede convertir a los hispanohablantes "en una potencia cultural de primer orden".
El texto básico de la 'Nueva Gramática de la Lengua Española' fue aprobado en el último Congreso de la Lengua que se celebró en Cartagena de Indias en una ceremonia presidida por los Reyes de España y por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe.
La Gramática ha sido elaborada por las 22 Academias de la Lengua durante casi diez años de intensos trabajos. Esta gramática tendrá dos versiones: una extensa de 2.000 páginas y una versión abreviada de 400 páginas destinada al gran público.
Unidad entre las Academias
En este sentido, De la Concha ha destacado la unidad entre las 22 Academias, la española, las iberoamericanas, la estadounidense y la filipina y aseguró que todos ellos intentan dar respuesta a las dudas y necesidades de todos los hispanohablantes.
Por otra parte, ha destacado el papel de España en la globalización y en el "crecimiento de las industrias culturales". Para De la Concha la globalización "significa extensión e intensión", lo que también afecta en ese proceso a Internet: "El español, como segunda lengua, cada vez estará más en Internet que en las aulas", asegura De la Concha, quien recuerda que el español es la segunda lengua de comunicación en Occidente.

QUÉ ES LA FILOSOFÍA


(compartido por Ana Valeria Tamagno)


¿Qué entendemos nosotros por filosofía? ¿Qué entendemos por práctica política dentro de la escuela?....¿Qué es filosofía? ¿Qué entiendo por hacer filosofía?Yo lo pienso desde el lado de la filosofía como un ejercicio desuspensión del "sentido común" (que en realidad es la mirada que através de diferentes dispositivos se nos ha impuesto de alguna manerasobre las cosas) para volver a pensar, no sin supuestos, porque esimposible, pero por lo menos a partir de una especie de confrontacióncon lo ya pensado, con lo supuestamente obvio, con lo políticamentecorrecto, si se quiere. Recuperar una mirada propia sobre las cosas,volver a pensar, dejarnos pensar lo impensado, lo ya pensado de otramanera, encontrar nuestra forma de mirar por debajo o por detrás o enotro lugar de aquel en que nos han educado o formado la mirada. Creoque solamente a partir de ahí es posible encontrarnos con los demás,dejarlos venir, dejar venir las cosas, o dejarnos llevar hacia ellassin mediatizaciones, sin esquemas rígidos previos. Después nosarmaremos nuestros esquemas, que después seguro romperemos (aunque notodos, porque algunos sirven, como dice Angie) pero ya es otracosa...No creo que la creación pueda ser lo mismo que la coacción(porque hay tantas cosas que ejercen coacción sobre nosotros y no nosdamos cuenta. Bueno: a eso le llamo "sentido común", al resultado deesas coacciones invisibles que nos llevan a pensar siempre lo mismoacerca de lo mismo).¿Qué es la política?Bueno, y a partir de esta noción, defino política como las diferentesformas de organizar los vínculos o formas de relacionarnos (que puedenser dadas a un grupo o un grupo puede dárselas a sí mismo), y,recuperando un poco el sentido helenístico, como formas de elegir cómovivir mejor entre todos sin tener que hacer todos lo mismo (con todassus variantes: cómo trabajar, cómo jugar, cómo aprender, cómoestudiar, cómo leer, cómo habitar la ciudad).¿Cómo articular filosofía y política?Entonces, articulando mis definiciones, la filosofía, en ese ejerciciode la suspensión del "sentido común" nos permite pensar nuevas formasde hacer, o recuperar viejas formas que nos resultan interesantes, oinventar nuestras herramientas para pensar lo impensado y nos ayuda adejar atrás formas que no funcionan, que no hacen bien, que nopotencian a las personas, que opacan, que quitan posibilidades y nosalejan de los otros y de aquello que podríamos hacer en otrascondiciones. Lo pienso acerca de la escuela, lo pienso acerca de lafamilia, lo pienso acerca de la ciudad, lo pienso pienso acerca deltrabajo.... Lo pienso acerca de todos los ámbitos donde haya otraspersonas y donde haya que resolver problemas que afectan a todos.No digo que la filosofía resuelva todo, pero es una herramienta.No digo que no haya otras definiciones u otras potencias asociadas alfilosofar, pero la que señalé me parece que es una muy interesante.Cuando digo pensar lo digo como algo íntimamente relacionado al hacer(pensar también es hacer, además).Y hablo de la filosofía no como algo que se "aplica" al vivir, sinocomo algo incorporado al vivir.


Ángela Menchón (Publicado el jueves 31 de julio de 2008, en www.filosofarconchicos.blogspot.com/

lunes, 29 de septiembre de 2008

“En América del Sur hubo una masacre lingüística”


en Página 12 Lunes, 29 de Septiembre de 2008



ENTREVISTA CON EL SOCIOLINGüISTA FRANCES LOUIS-JEAN CALVET



El autor de Lingüística y colonialismo, suerte de “manual” de los europeos, africanos y latinoamericanos militantes de la diversidad cultural, arremete contra “los ayatollás de las lenguas” y propone la integración lingüística como herramienta de inclusión.

Por Silvina Friera
El hombre de remera, campera y pantalón de jean, que arrastra su cansada simpatía como puede, saluda con un apretón de manos y se desploma en uno de los sillones de la recepción del hotel, como pidiendo una tregua, antes de que la seguidilla de entrevistas le borre la sonrisa y le gane la partida a su sentido del humor. El sociolingüista francés Louis-Jean Calvet publicó en abril de 1974 Lingüística y colonialismo, un análisis histórico de las relaciones entre discurso colonial y discurso lingüístico, que pronto se convirtió en una suerte de devocionario entre los militantes europeos, africanos y latinoamericanos de la diversidad lingüística. El libro lo investía de un protagonismo que él no había elegido, le devolvía una imagen difícil de aceptar. Se sentía atrapado dentro del rol de denunciante de la “glotofagia”, la acción simbólica y punitiva de suponer las otras lenguas inferiores a la propia, pero al mismo tiempo las instituciones de la francofonía lo consideraban “un temible izquierdista” que accionaba contra su lengua. “Mi castellano es una mierda, pero podemos comunicarnos”, dice Calvet en un tono irónico, como si coqueteara con ocupar el espacio del indómito izquierdista.
¿Cuántas lenguas habla este buen señor, uno de los principales referentes de la sociolingüística francesa?, quiere saber PáginaI12 por una cuestión de curiosidad. “Es la pregunta que siempre nos hacen a los lingüistas. Puedo dar una conferencia en inglés, francés, español e italiano, pero también puedo sobrevivir en chino, alemán, árabe, ruso, griego, en dos o tres lenguas africanas, para comer, beber, pedir un cheque de avión. Es un mito que los lingüistas deben hablar un montón de lenguas. Eso es en el circo –bromea Calvet, invitado por la embajada de Francia y la Alianza Francesa, y se ríe con ganas—. Para dar una conferencia en inglés tengo que trabajar, no puedo improvisar. Puedo hablar tres o cuatro lenguas, pero nada más.” Calvet nació en Túnez, donde vivió hasta los dieciocho años. “En mi primera juventud el francés era la lengua de mi familia y de la escuela, pero en la calle se hablaba árabe y siciliano, un dialecto del italiano –recuerda el teórico francés—. Este multilingüismo ambiental despertó mi interés por las lenguas. La Babel es una realidad, una característica del mundo; si deseamos conocer otras culturas, otras visiones del mundo, debemos aprender las lenguas.”
Calvet confirma que se hablan aproximadamente 7000 lenguas en el mundo, “pero esto cambia cada día porque hay una tendencia a multiplicar este número, a considerar como lenguas formas habladas que antes eran dialectos”, aclara. “Así como hay lenguas que desaparecen, hay lenguas que nacen. Hoy decimos que hay una lengua que se llama español, pero mañana puede que haya lenguas que se llamen argentino, mexicano; hay una tendencia hacia la diferenciación –explica el sociolingüista—. Con la globalización te podés comunicar a escala mundial a través del inglés, que es la lengua hipercentral. Pero no es el inglés que se habla en Cambridge o en Oxford; es el globish, el inglés que se habla en la globalización, una forma muy pobre que sólo usa quinientas palabras. Si escuchamos a un alemán hablando con un japonés de comercio, el inglés que hablan no es el mismo que habla la reina de Inglaterra como representante del Estado. El problema de la reina es que no habla ninguna lengua.”
–Suena a comentario típico de un francés contra los ingleses...
–Pero también es un comentario típico de los americanos. Hay gente que dice en los Estados Unidos que Bush no habla en inglés. Hay libros muy humorísticos que llaman bushism a las formas lingüísticas de Bush, a los errores que comete.
–¿Cómo impacta la globalización en el entramado de las lenguas?
–En el modelo que llamo gravitacional, hay una lengua eje, el inglés, la lengua hipercentral, y alrededor gravitan una decena de lenguas, el francés, el español, el árabe, el ruso, el chino, el malayo. El predominio del inglés es una foto de una situación sincrónica; no sabemos cuál será la lengua central, el inglés del mañana.
–Al principio las lenguas debían pagar un “derecho de aduana” para acceder a Internet, pero usted señala que así como las lenguas pertenecen a aquellos que las hablan, Internet pertenece a aquellos que la utilizan. ¿Está creciendo la participación de las lenguas en la web?
–Sí, y eso es muy interesante. Al principio era imposible escribir en Internet en castellano o en francés con los acentos. Ahora Unicode permite escribir en todas las lenguas del mundo. Hace quince años Internet sólo estaba en inglés; hoy hay páginas en chino, francés, español, alemán, y hay montones de sitios en pequeñas lenguas. Un cambio técnico, el pasaje de Ascii a Unicode, ha dado como resultado un cambio cualitativo. Esto quiere decir que el dominio del inglés no es absoluto; las pequeñas lenguas pueden encontrar su propio lugar y su propio uso en la red.
–Uno de los miedos más extendidos entre los franceses es a “la contaminación” de la lengua al entrar en contacto con la inmigración árabe. ¿Por qué ese contacto es entendido como un peligro?
–A los que tienen ese temor los llamo “los ayatollás de las lenguas” porque siempre las lenguas han tomado préstamos de otras; por ejemplo, en castellano, todas las palabras que empiezan con “a” vienen del árabe, como “alcalde”, “almohada”... Si viven, todas las lenguas cambian. Una lengua que no cambia es una lengua muerta, como el latín o el griego antiguo. No hay que tener miedo a la contaminación, ese temor me parece francamente una estupidez. Hay que explicar a la gente que cada día necesitamos nuevas palabras, que podemos construir o tomar palabras de otras lenguas.
–¿Cómo toman los franceses este planteo?
–Una mayoría piensa lo contrario de lo que yo digo, pero hay que hacerles entender que una lengua que no cambia es una lengua que va a morir.
Todas las lenguas, tarde o temprano, morirán. Pero para Calvet, un teórico y militante de la diversidad que rechaza el discurso político lingüísticamente correcto (“no todas las lenguas son iguales”, advierte), no todas las muertes son iguales. “Hay muchas lenguas indígenas que se han perdido en nombre de la comunicación, en nombre del lenguaje”, plantea el autor de Lingüística y colonialismo, libro que abre con una cita de Roland Barthes: “Robar a un hombre su lenguaje, en nombre de ese mismo lenguaje: allí comienzan todos los asesinatos legales”.
“La globalización es un hecho, pero podemos organizar el mundo lingüístico a través del respeto por las otras lenguas, para que cada uno pueda comunicarse en inglés, si quiere viajar y trabajar en otros países, o hablar la lengua de su pueblo –propone Calvet—. Y eso es difícil porque hay una tendencia a olvidar la lengua de los padres. Tal vez los padres deciden no hablarles a sus hijos en sus propias lenguas porque un quichua o un guaraní puede pensar que es mejor para sus hijos que hablen el español, para tener éxito en la vida, en la escuela, en la universidad. Pero cómo explicar que es importante hablar en inglés, pero que también es importante conservar la lengua identitaria. En Africa la gente habla en diferentes lenguas, pero en América del Sur hubo una masacre lingüística. Sólo en Perú, Ecuador y Bolivia se hablan lenguas indígenas.”
–En Paraguay se habla guaraní...
–Dicen que Paraguay es un país bilingüe, que el guaraní y el español están en el mismo nivel. ¡Pero es una broma! En el aeropuerto de Asunción no hay ni una palabra escrita en guaraní, sólo en español o en inglés. Los nombres de las calles no están escritos en guaraní.
–La dictadura de Stroessner prohibió el guaraní.
–Pero hoy tienen una democracia.
–Las herencias de las dictaduras en América latina aún se sienten...
–Es obvio que casi toda la población paraguaya es bilingüe, pero es más importante hablar el español que el guaraní. Hay un problema de función social de las lenguas. El guaraní es la lengua de la calle, de la familia, del mercado, de la proximidad, pero el castellano es la lengua de la universidad, de la política; no tienen las mismas funciones sociales. Y decir que en Paraguay hay un bilingüismo real es casi una broma.
Calvet subraya que hay que proteger la diversidad de las lenguas. “El inglés es obviamente la lengua más importante del mundo, pero el guaraní, el quechua, también tienen su importancia. Por eso creo que debemos defender la diversidad lingüística. Cada lengua es una visión diferente y necesaria de la cultura.” En Francia hay tres millones de hablantes árabes que van a la escuela. “Lo interesante es que el árabe que hablan no es el árabe oficial de sus países de origen. En los países árabes, la lengua oficial es el árabe clásico, el árabe del Corán, que ninguno habla. Entonces hacen una mezcla de árabe y francés para comunicarse con los amigos de la misma edad, y tal vez también mezclan algunas lenguas africanas. Y están en su derecho. El único problema es saber si pueden hablar el francés estándar.”
–Si no hablan un francés estandarizado se les cierran todas las puertas, ¿no?
–Claro, porque la lengua es una llave social. Para encontrar un trabajo interesante, importante, hay que hablar el francés oficial, como hay que hablar aquí el castellano oficial. El deber de la educación, de la escuela, para los niños que hablan esa mezcla de árabe y francés, es enseñarles a hablar otra forma de francés. Hay diferentes niveles de lengua: no hablamos el mismo francés dando un curso en la universidad o jugando a las cartas en un café. Pero si hay gente que no puede hablar una variedad alta, se origina una fractura social que produce una fractura lingüística. Y esto es un problema democrático. El deber del Estado es dar la lengua del Estado a todos los inmigrantes; tenemos el derecho de hablar la lengua del país. Si no hablamos la lengua del país, se van a construir ghettos, pequeñitos grupos, y eso es lo contrario de la integración.
–¿Cómo es la situación ahora: hay intentos de integración o prevalece la construcción de ghettos?
–Es difícil de responder. Hoy no podemos saber qué forma de lengua hablarán los hijos de los inmigrantes, y éste es un punto importante. No sabemos si los padres les van a transmitir el francés estándar o una mezcla. Si les transmiten la mezcla, entonces se va a dar una fluctuación muy difícil, lo contrario de la integración. No sé cuál será la lengua central, el eje de la comunicación global, el inglés del mañana en dos siglos, pero va a cambiar. También las lenguas de los pequeños pueblos van a cambiar. Pero una vez más los ayatollás de las diferentes lenguas piensan que el autor de Lingüística y colonialismo debe defender las pequeñas lenguas, y no preocuparse del francés o del español. ¡Es una estupidez! Hay que inventar una política lingüística que les dé su propio sitio a todos los idiomas del mundo.

martes, 23 de septiembre de 2008

El idioma analítico de John Wilkins

Jorge Luis Borges (Otras inquisiciones - 1952)


He comprobado que la decimocuarta edición de la Enciclopaedia Britannica suprime el articulo sobre John Wilkins. Esa omisión es justa, si recordamos la trivialidad del articulo (veinte renglones de meras circunstancias biográficas: Wilkins nació en 1614 Wilkins murió en 1672, Wilkins fue capellán de Carlos Luis príncipe palatino; Wilkins fue nombrado rector de uno de los colegios de Oxford, Wilkins fue el primer secretario de la Real Sociedad de Londres, etc.); es culpable, si consideramos la obra especulativa de Wilkins. Este abundo en felices curiosidades: le interesaron la teología, la criptografía, la música, la fabricación de colmenas transparentes, el curso de un planeta invisible, la posibilidad de un viaje a la luna, la posibilidad y los principios de un lenguaje mundial. A este ultimo problema dedico el libro An Essay Towards a Real Character and a Philosophical Language (600 paginas en cuarto mayor, 1668). No hay ejemplares de ese libro en nuestra Biblioteca Nacional; he interrogado, para redactar esta nota, The Life and Times of John Wilkins (1910), de P. A. Wright Henderson; el Woerterbuch der Philosophie (1924), de Fritz Mauthner; Delphos (1935), de E. Sylvia Pankhurst; Dangerous Thoughts (1939), de Lancelot Hogben.
Todos, alguna vez, hemos padecido esos debates inapelables en que una dama, con acopio de interjecciones y de anacolutos, jura que la palabra luna es mas (o menos) expresiva que la palabra moon. Fuera de la evidente observación de que el monosílabo moon es tal vez mas apto para representar un objeto muy simple que la palabra bisilábica luna, nada es posible contribuir a tales debates; descontadas las palabras compuestas y las derivaciones, todos los idiomas del mundo (sin excluir el volapuk de Johann Martin Schleyer y la romántica interlingua de Peano) son igualmente inexpresivos. No hay edición de la Gramática de la Real Academia que no pondere "el envidiado tesoro de voces pintorescas, felices y expresivas de la riquísima lengua española", pero se trata de una mera jactancia, sin corroboración: Por lo pronto, esa misma Real Academia elabora cada tantos años un diccionario, que define las voces del español... En el idioma universal que ideo Wilkins al promediar el siglo XVII, cada palabra se define a si misma. Descartes, en una epístola fechada en noviembre de 1629, ya había anotado que mediante el sistema decimal de numeración, podemos aprender en un solo día a nombrar todas las cantidades hasta el infinito y a escribirlas en un idioma nuevo que es el de los guarismos (1); también había propuesto la formación de un idioma análogo, general, que organizara y abarcara todos los pensamientos humanos. John Wilkins, hacia 1664, acometió esa empresa.
Dividió el universo en cuarenta categorías o géneros, subdivisibles luego en diferencias, subdivisibles a su vez en especies. Asigno a cada genero un monosílabo de dos letras; a cada diferencia, una consonante; a cada especie, una vocal. Por ejemplo: de, quiere decir elemento; deb, el primero de los elementos, el fuego; deba, una poción del elemento del fuego, una llama. En el idioma análogo de Letellier (1850) a, quiere decir animal; ab, mamifero; abo, carnívoro; aboj, felino; aboje, gato; abi, herbívoro abiv, equino; etc. En el de Bonifacio Sotos Ochando (1845), imaba, quiere decir edificio; imaca, serrallo; imafe, hospital; imafo, lazareto; imarri, casa; imaru, quinta; imedo, poste; imede, pilar; imego, suelo; imela, techo; imogo, ventana; bire, encuadernador; birer, encuadernar. (Debo este ultimo censo a un libro impreso en Buenos Aires en 1886: el Curso de lengua universal, del doctor Pedro Mata.)
Las palabras del idioma analítico de John Wilkins no son torpes símbolos arbitrarios; cada una de las letras que las integran es significativa, como lo fueron las de la Sagrada Escritura para los cabalistas. Mauthner observa que los niños podrían aprender ese idioma sin saber que es artificioso; después en el colegio, descubrirían que es también una clave universal y una enciclopedia secreta.
Ya definido el procedimiento de Wilkins, falta examinar un problema de imposible o difícil postergación: el valor de la tabla cuadragesimal que es base del idioma. Consideremos la octava categoría, la de las piedras. Wilkins las divide en comunes (pedernal, cascajo, pizarra), módicas (mármol, ámbar, coral), preciosas (perla, ópalo), transparentes (amatista, zafiro) e insolubles (hulla greda y arsénico). Casi tan alarmante como la octava, es la novena categoría Esta nos revela que los metales pueden ser imperfectos (bermellón, azogue), artificiales (bronce, latón), recrementicios (limaduras, herrumbre) y naturales (oro, estaño, cobre). La belleza figura en la categoría decimosexta; es un pez vivíparo, oblongo. Esas ambigüedades, redundancias y deficiencias recuerdan las que el doctor Franz Kuhn atribuye a cierta enciclopedia china que se titula Emporio celestial de conocimientos benévolos. En sus remotas paginas esta escrito que los animales se dividen en (a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados , (d) lechones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h) incluidos en esta calcificación, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables, (k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, (l) etcétera, (m) que acaban de romper el jarrón, (n) que de lejos parecen moscas. El Instituto Bibliográfico de Bruselas también ejerce el caos: ha parcelado el universo en 1000 subdivisiones, de las cuales la 262 corresponde al Papa; la 282, a la Iglesia Católica Romana; la 263, al Día del Señor; la 268, a las escuelas dominicales; la 298, al mormonismo, y la 294, al brahmanismo, budismo, shintoísmo y taoísmo. No rehusa las subdivisiones heterogéneas, verbigracia, la 179: "Crueldad con los animales. Protección de los animales. El duelo y el suicidio desde el punto de vista de la moral. Vicios y defectos varios. Virtudes y cualidades varias".
He registrado las arbitrariedades de Wilkins, del desconocido (o apócrifo) enciclopedista chino y del Instituto Bibliográfico de Bruselas; notoriamente no hay calcificación del universo que no sea arbitraria y conjetural. La razón es muy simple: no sabemos que cosa es el universo. "El mundo --escribe David Hume-- es tal vez el bosquejo rudimentario de algún dios infantil, que lo abandono a medio hacer, avergonzado de su ejecución deficiente; es obra de un dios subalterno, de quien los dioses superiores se burlan; es la confusa producción de una divinidad decrépita y jubilada, que ya se ha muerto" (Dialogues Concerning Natural Religion, V. 1779). Cabe ir mas lejos; cabe sospechar que no hay universo en el sentido orgánico, unificador, que tiene esa ambiciosa palabra. Si lo hay, falta conjeturar su propósito; falta conjeturar las palabras, las definiciones, las etimologías, las sinonimias, del secreto diccionario de Dios.
La imposibilidad de penetrar el esquema divino del universo no puede, sin embargo, disuadirnos de planear esquemas humanos, aunque nos conste que estos son provisorios. El idioma analítico de Wilkins no es el menos admirable de esos esquemas. Los géneros y especies que lo componen son contradictorios y vagos; el artificio de que las letras de las palabras indiquen subdivisiones y, divisiones es, sin duda, ingenioso. La palabra salmón no nos dice nada; zana, la voz correspondiente, define (para el hombre versado en las cuarenta categorías y en los géneros de esas categorías) un pez escamoso, fluvial, de carne rojiza. (Teóricamente, no es inconcebible un idioma donde el nombre de cada ser indicara todos los pormenores de su destino, pasado venidero,)
Esperanzas y utopias aparte, acaso lo mas lucido que sobre el lenguaje se ha escrito son estas palabras de Chesterton: "El hombre sabe que hay en el alma tintes mas desconcertantes, mas innumerables y mas anónimos que los colores de una selva otoñal... cree, sin embargo, que esos tintes, en todas sus fusiones y conversiones, son representables con precisión por un mecanismo arbitrario de gruñidos y de chillidos. Cree que del interior de un bolsista salen realmente ruidos que significan todos los misterios de la memoria y todas las agonías del anhelo" (G. F. Watts, pag. 88, 1904).
1 Teóricamente, el número de sistemas de numeración es ilimitado. El más complejo (para uso de las divinidades y de los ángeles) registraría un número infinito de símbolos, uno para cada número entero; el más simple sólo requiere dos: Cero se escribe 0, uno 1, dos 10, tres 11, cuatro 100, cinco 101, seis 110, siete 111, ocho 1000... Es invención de Leibnitz, a quien estimularon (parece) los hexagramas enigmáticos del I King. (Volver)

viernes, 19 de septiembre de 2008

RETORICA PUBLICITARIA

Para los alumnos de Semiótica II que están haciendo el trabajo sobre publicidad, aquí van los links con dos páginas muy útiles


www.multiculturas.com/retorica/ (esta es una excelente página, está en portugués)

http://www.infovis.net/printMag.php?num=121&lang=1 (un poco resumido, pero hay bastante para empezar)

Gabriela

jueves, 18 de septiembre de 2008

MATAR AL POETA


Escribe Rafa Urretaviskaya

“Matar al poeta” forma parte de un trabajo más extenso (“LA LIBERTAD”) que escribo sobre el maestro Luis Fortunato Iglesias. Un maestro rural apasionado ( hoy con unos 90 años y hasta donde se todavía preocupado por el mundo) que trabajó por la zona de Tristán Suarez cuando esta era rural.
Tuve oportunidad de entrevistarlo varias veces a él y a sus ex alumnos que se resisten a ser llamados de ese modo ya que para ellos Iglesias, sigue siendo “su” maestro. Conocí un gran hombre.
Un hombre lleno de rastros y de marcas, algunas en él mismo, muchas detrás suyo.
Lo “grande” a que me refiero es proporcional a su sonrisa y poco tiene que ver con estar viejo.
La serenidad de los mayores a veces se me ocurre cansancio, otras resignación o una mezcla de ambas cosas.
Este hombre que conocí irradia la serenidad de haber luchado. Está seguro que no tiene nada de otro y que nada de lo que tenía para dar se ha permitido guardarlo.
No ha callado nunca y su voz, se mantiene suave y serena.
Ha caminado bastante y sus pies siguen firmes.
Un hombre sin apuro, que se ha tomado los veinte años que necesitó para esto... diez para aquello.
Que desde una escuela con treinta niñas y niños ha soñado otro mundo sabiendo que él debía hacer su parte para que esto suceda.
Suena sencillo: saber lo que a cada uno nos toca hacer y no ser tibio en el intento.
Conocí a un hombre que ofrece a manos llenas lo que vio.
Que atesora el pasado, pero que es futuro.

Matar al poeta
Los alumnos recorren el camino previsto, aquel que mejor lo reproduce es el mejor y la escuela lo premia; tiene un diez.
La paradoja es obvia, la escuela repitiéndose a si misma se suicida, porque claramente inhibe a los que vienen a reformarla y darle posibilidades de vida.
El maestro más o menos conciente del mandato (no siempre explicitado), avanza con su plan (¿su plan?) a costas de “matar al poeta”[1].
Si el mundo está mal y la escuela en el mundo, no puede premiar a quienes la reproducen y objetar a quienes la transgreden. Sin embargo a quien no va por el camino planeado le toca mentir para conformar, o la exclusión.
Si es así, la escuela enseña entonces (enseña de verdad, de modo vivencial) a mentir. A acomodarse. A ser ese que esperan de uno a costas de desactivar lentamente quien se es.
¿Puede la escuela, (tiene acaso el derecho), cumplir algún otro rol que el de ser transformadora de la realidad?
¿Qué lugar tienen en la escuela los que no siguen el plan? Los que buscan atajos (pienso en el niño Einstein reprobando dos veces consecutivas matemática), los que buscan ir por otros lados, los fabricantes de puentes y laberintos, los que no quieren andar, los que quieren volar.
Son los diferentes.
Los que van a dar textura a la foto del grado tomada un día martes. Siendo distintos serán visibles no solo ellos, también los demás.
El maestro Iglesias tiene este temor y en la búsqueda de que el niño sea, pondrá todo su esfuerzo.
Es verdad, planeará él también el camino, pero con toda la actitud puesta en que formar no sea sinónimo de perder. Trabajará por la autonomía y la libre expresión y diseñará herramientas para poder alcanzarlas.
Su primer libro “La escuela emotiva”[2], da cuenta profunda de esta preocupación. Los libros siguientes abordarán el problema de ¿cómo hacerlo?

“Esas manos entorpecidas y esos espíritus deformados de hombres que giran en la noria con su voz sumisa y su poeta muerto, modelan a su semejanza la vida nueva (...) El niño forcejea, pero inútilmente. Es demasiado riguroso el tácito contrato que los hombres han pactado contra sus propios hijos y los educadores aún no han comprendido que vienen a liberar no a sojuzgar”[3]

“Sin hombres nuevos- dice la Dra. Montessoni- con clara conciencia social y fuerza moral para combatir los errores que oscurecen nuestro destino, sólo tendremos hombres cultos.¡Pero ya hay tantos!”

Pienso que Iglesias albergó en dos etapas consecutivas lo que ocurrió con las hermanas Cosettini en dos personas,
“si Olga demostró que había otra forma de concebir la educación, Leticia probó que en manos de un maestro sensible la vía del arte es la más fértil para llegar al conocimiento, que lo que se inscribe en los sentidos y en el corazón perdura infinitamente más que lo que se inscribe en el cerebro, al menos hasta la adolescencia.”[4]
Esto dice Iglesias en “La Escuela Emotiva”:
“Son muchos los hombres que arrastran con sus vidas al poeta muerto joven, llorándolo y sabiendo que ya no resucitará con la frescura de los primeros días.
También hay hombres vencidos y humillados que nunca se resignarán a saber totalmente perdidas sus antiguas rebeldías, olvidada la fuente sin agua y sin sed, quebrada la voz insobornable en las gargantas.
¿Pero, cuándo ha sucedido este tránsito de pérdida y de muerte? ¿Cómo?”
Y sita él mismo a Almafuerte en página “apocalíptica”
El niño forcejea sólo y desesperado “contra todo lo impuro, injusto y falso que diariamente, hora por hora, minuto por minuto, le imponen sus abuelos, sus padres, sus hermanos, sus tutores, sus amos, sus maestros y hasta postrer viejecillo inservible como un tornillo gastado que, al pasar, tambaleante de ajenjo por un grupo de rapazuelos bulliciosos, se permite gravemente amonestarlos y dictarles su decálogo”.
Iglesias muestra feliz su herramienta predilecta, disfruta decir cuál es y donde la ha encontrado.
“En una hermosa página, G. Morente invita al aspirante a filósofo a retornar a su infancia, para ver al mundo que lo rodea como si fuera la primera vez, y andar allí con los ojos nuevos, agrandados de asombro, anhelosos de curiosidad y descubriendo e inventando fantasías como un prodigioso hechicero.
Infantilizarse, nada menos, aconseja Moriente para llegar a la cima del pensamiento humano. Y Unamuno da comienzo al unamunesco capítulo VIII de sus “Recuerdos de niñez y mocedad” con estas palabras: “El arte se nos revelaba aún antes que la naturaleza. El niño nace artista y suele dejar de serlo en cuanto se hace hombre.”


Los apasionados
Sobre “Viento de Estrellas”, su propio autor da una opinión inquietante: “testimonio de cuanto puede el niño, cuanto es y cuanto le retacean o roban.”
Quiero saber cuanto puede Ceferino, cuanto Eloy, cuanto le robaron a Don Aníbal.
Quiero saber cuanto de complicidad tiene la escuela con la económica cagona de Don Aníbal y su calor de a poquito. Con la historia que llama ocupantes ilegales a los dueños legítimos y estancieros a los ladrones.
Iglesias buscó con su ensayo de veinte años en una escuela rural “balanceado y expurgado con criterio metodológico”, proponer a los maestros sugerencias donde el trabajo plantea interrogantes (¡vamos maestro, el trabajo con personas es trabajo con interrogantes!).
Pensar en Luis Fortunato Iglesias no tiene por principal motivación re-narrar sus búsquedas y aciertos didácticos. Esto ya lo hizo en forma brillante él mismo. Es entonces para invitar a leer sus libros llenos de voces infantiles que dicen todo el tiempo:
“somos creativos y la creación puede estar en la escuela, el arte es imprescindible en la escuela porque está en la vida,
no hacen falta órdenes hacen falta compromisos y responsabilidades,
puedo”;
y antes y después de las voces de los alumnos podrá el lector en los libros de Iglesias escuchar la voz de este maestro que no se conformará con presenciar el milagro, lo describirá con amor y paciencia para poder compartirlo.
Sus amigos Aníbal Ponce, Jesualdo y Olga Cosettini ya han advertido que “sólo falta que el viento sople del cuadrante adecuado para que el milagro se realice”. De todos modos Iglesias no arriesgará nada, será el viento y la veleta, diseñará las herramientas provoca milagros y las analizará con honestidad y profundidad.
El aula polifuncional, los guiones, la autoevaluación y el compromiso, la ayuda mutua, los cuadernos de pensamientos propios, las acuarelas.
Todo está en sus libros ofrecido como agua en el desierto, a jarra llena.
Lo que no está en forma explícita en sus libros es la pasión y de esto abría que hablar.
Es que la pasión vale. Porque no cotiza.
Porque no se consigue en las góndolas. Porque la vocación no puede ser transferida al código de barras. Porque no da puntaje.

“Solo los apasionados pueden conocer a la infancia, llegar a sus fuentes milagrosas y secretas. Entonces el maestro es un artista que va suscitando y recogiendo a su paso las vibraciones de un mundo encantado.”[5]

Ser apasionado entonces es antisistema y eso está bien, porque el sistema está mal.
Don Aníbal no tiene la tierra, Eloy se quedó sin la voz origen, el ladrón no está preso y habla en el palco de la rural de Junín de los Andes al lado del gobernador y arriba de los dueños legítimos que escuchan (yo lo vi), a Ceferino no le dan las cuentas, a Belgrano no lo escuchamos y hace más de 200 años que nos escribió sobre el desempleo que hoy nos muerde el alma, los caminos los deben hacer las topadoras, la comunidad tiene 9.776 hectáreas en las que viven cien familias y la estancia de enfrente tiene 3.500 hectáreas para una familia... que vive en el pueblo.
Y es mejor ser apasionado. Porque el maestro ha elegido para andar la vida un oficio que se trata de andar con otros. Porque la pasión sirve para despejar nuestro sentido de ser maestros, es decir correr los electrodomésticos. Antes de desearlos saber que no hacen falta para mirar los pibes a los ojos y animarlos a ser... también en la escuela y para toda la única y maravillosa oportunidad de la vida de cada niño-hombre, niña-mujer.
El maestro Iglesias trabajó desde un lugar del mundo para treinta chicos que son parte del mundo que debe ser cambiado. Con ingenio, pasión y compromiso.
En su experiencia no es una cuestión de plata lograr que la escuela se hermane con la vida y esto es una grata noticia ya que la plata siempre la tienen otros.
Las grandes estancias ya se armaron de los títulos legales de las tierras que alambraron, pero los dueños legítimos cuentan con la historia que dice que el pueblo tiene en un galponcito guardadas sus herramientas, la reforma agraria, la memoria...
Y hay noticias de América Latina que algo está cambiando. El ex presidente de Brasil, Cardoso, antes de irse y ante la contundencia del reclamo de miles de ciudadanos brasileños por recuperar sus tierras (tan convencidos de la legitimidad que iban por ellas), terminó él mismo entregando algunas de las que reclamaban. Ahora asumió Lula y en su discurso inaugural lo ha dicho: “haremos la reforma agraria”.
En la Argentina, el Movimiento Campesino de Santiago del Estero, Mocase, recibe por estos días los palos que ha juzgar por quien golpea, confirman que tomaron el camino de sus derechos y que ya no tiene retorno.






[1] Luis Iglesias, La escuela emotiva
[2] Ediciones Lilulí, 1.945
[3] Luis F. Iglesias “La Escuela Emotiva”
[4] La Escuela Cosettini, Cuna de democracia. Augusto Bianco, Ediciones Amsafé 1.996
[5] Luis Iglesias, “La escuela emotiva”

martes, 9 de septiembre de 2008

BLOGS PARA PASAR, VER Y LEER

Paso un sitio que encontré bastante lindo para entrar a leer un poco, es de escritura creativa de la U.N.L.P., tiene muchos cuentos cortos y a su vez, tiene material "teórico" sobre el cuento y otros géneros. A mí me gustó mucho y quería compartilo con la gente del blog.

Saludos!!

http://escrituracreativa08.blogspot.com/


Marcela Bazterrica

sábado, 6 de septiembre de 2008

GUIA PARA TRABAJAR CON "LA HISTORIA DE LAS COSAS"

Escribe Miriam Barberena (profesora de Villa Gesell)










A. Plano discursivo
En una exposición de este tipo, si analizamos su estructura interna, es frecuente que encontremos las siguientes fases:
Apertura
Delimitación del tema
Presentación del plan a seguir
Desarrollo de los temas enunciados
Recapitulación o síntesis
Conclusión o mensaje final
Cierre
Observar cuáles de estas fases están presentes en el video y señalarlas.

B Plano de la situación comunicativa
1 Cómo se construye AL (Annie Leonard) como enunciadora experta? En otras palabras, cómo nos muestra que realmente conoce mucho sobre el tema?

2 Quién es el destinatario de la exposición? Extrae ejemplos del texto en los que se dirige explícitamente al destinatario.

3 Analicemos el uso del pronombre “nosotros”. En el texto podemos reconocer por lo menos 3 referentes diferentes para este pronombre:
Nosotros= Annie y los destinatarios del texto
Nosotros= Los estadounidenses
Nosotros= La especie humana
Busca ejemplos de cada caso. (tener en cuenta que en cada verbo conjugado en la primera persona del plural está implícito el pronombre “nosotros”)

4 ¿Qué recursos utiliza para facilitar la comprensión? Cómo evalúa las posibles dificultades en los contenidos que presenta?

5 Cómo llega a hacer atractivo el tema? Cómo logra ser clara y entretenida a pesar de dar tanta información en tan poco tiempo?

6 Qué sistemas no verbales utiliza AL?

7 Qué acciones corporales? (observar la actitud corporal, los gestos, las miradas)

jueves, 4 de septiembre de 2008

SOBRE "HISTORIA DEL GUERRERO Y LA CAUTIVA"

Escribe Sandra Carmona

En la "Historia del guerrero y la cautiva", Borges cuenta que: Droctulft, el lombardo, entró a destruir Roma, pero queda impresionado por lo que ve, en ese momento no entiende el por qué. Deja de pelear con los suyos para unirse con los otros.En su tumba hay un gran epitafio en latín, porque fue un iluminado, vio la grandeza del Imperio. El guerrero al convivir con los romanos toma sus costumbres, su forma de vida y además su idioma.También, Borges, narra en este texto la historia de su abuela, que al llegar a este país con su esposo, se encuentra con una india inglesa como ella. Hacía ya un tiempo, un malón, la había llevado.Al hacerle una pregunta, la mujer recuperó su inglés rústico, pero entreverado de araucano o pampa, para poder contestarle. Ésta le ofrece rescartarla, la joven por largo tiempo no volvió al lugar, opta por quedarse en la barbarie.Esto demuestra que en el contacto de una cultura y una lengua, no solo se dan las situaciones de multilingüismo, sino que se impone una sobre otra, por el uso y el contacto.






Escribe Patricia Barroso

En la "Historia del guerrero y la cautiva", Borges, cuenta dos historias antagónicas, pero a la vez, parecidas en su destino. Cada una de ellas, deja de usar de modo asidua su propia lengua para adueñarse de la lengua del Imperio por el que él iba a luchar, como fue el guerrero Droctulft.Y la cautiva, inglesa por naturaleza, secuestrada por un malón de indios al llegar a Buenos Aires, ya no usa su inglés muy a menudo, porque se imponen en ella, el araucano o pampa, lenguas que necesita para poder comunicarse con esa nueva cultura a la que hizo su familia y a la que nunca quiso abandonar.Pero sí, en un encuentro con otra inglesa pudo recuperar con dificultad su lengua natal, demostrando así, que ninguna lengua es superior a otra, y que en todos los tiempos pueden darse situaciones de multilingüismo.

Escribe Marianela de León
En “Historia del guerrero y de la cautiva”, Borges cuenta dos historias; por un lado la de Droctulft, que entra a Roma para destruirla, pero al ver la grandeza y lo imponente del imperio, decide dejar de pelear para los suyos y se une a los romanos en la lucha para defender aquel majestuoso sitio. Este guerrero, comienza a convivir en aquel imperio y toma de los habitantes todas sus costumbres, su cultura, y dentro de esta, su idioma.
Por otro lado, narra también la historia que años atrás le había contado su abuela acerca de la llegada al país con su esposo, y en la que había tenido lugar el encuentro con una india inglesa. Cuando su abuela intenta hacerle preguntas a esta india, que había sido alejada de los suyos en un malón, la abuela de Borges comprende que la mujer ha perdido su lengua por falta de uso, que solo puede expresarse en un inglés rústico, mezclado de palabras de lenguas indígenas. Le ofrece llevarla nuevamente a su lugar de origen, rescatarla de la barbarie, pero la joven se niega y no vuelve a verla hasta el día en que mientras casaba, la ve aparecer a caballo y esta bebe la sangre calienta de una oveja que un hombre recientemente había degollado. Esta acción es entendida tal vez como un signo, como un desafío.
“…pueden parecer antagónicos, sin embargo a los dos los arrebató un ímpetu secreto, un ímpetu más hondo que la razón…” (Borges, Historia del guerrero y de la cautiva)
En este texto quedan demostrados los resultados del contacto entre diferentes culturas y lenguas, las consecuencias de las relaciones entre los que dominan y los que son dominados, como se imponen unos sobre otros, dando lugar a la pérdida de la cultura propia por otra.

lunes, 25 de agosto de 2008

165 LENGUAS INDIGENAS EN CUATRO PAISES

¿Sabía usted que en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia se hablan 165 lenguas indígenas? Así suenan (hagan click en la barra de sonido)


MULTICULTURALES Y MULTILINGÜES
Radialistas.net

viernes, 15 de agosto de 2008

La diversidad lingüística como política cultural

por Francisco José Piñón (Clarín, 12-08-08)


El cuidado y promoción del idioma es actualmente objeto de las políticas públicas y requiere un tratamiento específico en nuestra legislación.



Muchas veces, cuando se habla en nuestro país de la identidad y la cultura colectivas, se suele partir del axioma de que existe una cultura argentina, inacabada y debilitada, o pujante y floreciente, pero siempre única (y de rasgos muy parecidos, cuando se los singulariza, a los que son característicos de la pampa húmeda). Del mismo modo, se da por sentado que esa cultura se expresa unánimemente en español (o castellano), idioma montaraz que crece torcido, por no ceñirse a las normas de la Real Academia Española. Tan natural se supone el vínculo entre la nación y la lengua que pocas veces se ha creído necesario ratificarlo legalmente. Es cierto que, en la última década, se han producido notables avances en el reconocimiento de la diversidad lingüística y cultural del país. Pero mucho queda por hacer para trascender el estadio declaratorio y traducir ese reconocimiento en hechos concretos: en su estado actual, por ejemplo, el proyecto de ley de Radiodifusión no hace ninguna mención a la cuestión del idioma o mejor, los idiomas. La nueva Ley de Educación contiene medidas importantes, como la generalización a todo el país de la modalidad de Educación bilingüe intercultural, haciéndose eco de la lucha que han venido dando los organismos representativos de los pueblos indígenas, y seguramente genera el espacio para encarar un tema tan sensible como el de la enseñanza de lenguas extranjeras.De igual modo el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación ha puesto especial énfasis en el desarrollo local de tecnologías de la información y la comunicación, la construcción de la sociedad del conocimiento, la inclusión social y la reducción de la brecha digital, y ahí es necesario avanzar en una reflexión sobre la dimensión lingüística necesariamente implicada en estos objetivos: la brecha digital no sólo se reduce con una mayor oferta de conectividad y equipamiento tecnológico, sino también con un trabajo específico en el desarrollo de competencias lingüísticas y comunicativas entre los ciudadanos-usuarios.Cualquier proyecto de -gobierno, por ejemplo, que sea realmente adecuado para nuestra sociedad, necesita una descripción cabal de la variedad argentina del español y una instrumentalización que la vuelva apta para su uso en la esfera digital. En la sociedad argentina, prolífica en producción cultural y preocupada para alcanzar buenos niveles educativos, las discusiones sobre el lenguaje y el papel que les cabe en su gestión tanto al poder público como a la sociedad civil, han quedando habitualmente postergadas: sólo en raras ocasiones, las cuestiones de lenguaje se han constituido en objeto de políticas públicas. En un contexto de auge del turismo y de la demanda de enseñanza de lenguas en el mundo, nuestro país descubre el potencial que ofrece ese sector en tanto industria cultural. Un crecimiento del público local en los cursos de español para extranjeros de casi 140% en los últimos cuatro años resulta en sí mismo una noticia. De la mano del Español Lengua Extranjera, y siguiendo el impulso pionero de movimientos sociales de defensa de los derechos de las minorías, tal vez llega el momento de trazar las líneas de una política lingüística argentina.

Enviado por Ana Valeria Tamagno

Actitudes ante la diversidad... Camus y su maestro.







AlbertCamus nació el 7 de Nov. de 1913 en Mondovi, Argelia.Falleció el 4 de Enero de 1960 en Villeblerin, Francia
Novelista, dramaturgo y ensayista francés, es considerado uno de los escritores más importantes posteriores a 1945.
Está considerado el representante del existencialismo «ateo». Nació en Mondovi (actualmente Drean, Argelia), el 7 de noviembre de 1913. Hijo de colonos, queda huérfano de padre antes de cumplir los 3 años. Toda su niñez la pasó en uno de los barrios más pobres de Argel y por supuesto con ausencia absoluta de libros y revistas. Gracias a una beca que recibían los hijos de las víctimas de la guerra, pudo comenzar a estudiar y a tener los primeros contactos con los libros. En medio de dificultades económicas cursó su primaria y culminó el bachillerato.
Su obra, caracterizada por un estilo vigoroso y conciso, refleja una sociedad abocada al nihilismo, tras la destrucción de sus valores y la sensación de alienación y desencanto junto a la afirmación de las cualidades positivas de la dignidad y la fraternidad humana.
En 1957 recibió el Premio Nobel de Literatura y tres años después murió en un accidente automovilístico en Villeblerin (Francia) el 4 de enero de 1960.
"En la novela póstuma, El primer hombre, obra de carácter autobiográfico, proporciona ricos elementos de reflexión sobre las funciones sociales de la escuela, acerca de algunas posibles alternativas a los mecanismos escolares de relegación de los estudiantes procedentes de las clases rabajadoras, y también materiales para comprender el importante papel de las interrelaciones existentes enre familias y escuelas en el proceso mismo de subjetivación." Esta referencia es formulada por Carina Kaplan al estudiar las condiciones socio-culturales de las trayectorias escolares.
Me interesa presentar estas citas, que aluden al maestro que tuvo una influencia decisiva en el pequeño Camus:
"Hay seres que justifican el mundo, que ayudan a vivir con su sola presencia" (p. 39).
"Con el señor Bernard era siempre interesante por la sencilla razón de que él amaba apasionadamente su trabajo (...) No, la escuela no sólo les ofrecía una evasión de la vida de familia. En la clase del señor Bernard por lo menos, la escuela alimentaba en ellos un hambre más esencial todavía para el niño que para el hombre, que es el hambre de descubrir. En las otras clases les enseñaban sin duda muchas cosas, pero un poco como se ceba a un ganso. Les presentaban un alimento ya preparado rogándoles que tuvieran a bien tragarlo. En la clase del señor Germain, sentían por primera vez que existían y que eran objeto de la más alta consideración: se los juzgaba dignos de descubrir el mundo. Más aún, el maestro no se dedicaba sólo a enseñarles lo que le pagaban para que los enseñara: los acogía con simplicidad en su vida personal, la vivía con ellos" (pp. 126-128).
Estos y otros muchos personajes van haciendo la vida de Jacques, este primer hombre que sin dejar de serlo, halló presencias por las que estuvo dispuesto a justificar el mundo entero. Al final el primer hombre, que fue rebelde y extranjero de sí y de todo, concluye su texto con la esperanza de que la misma fuerza que tan generosamente le ha dado razones para vivir, se las conceda también para morir.