La escuela y la iglesia
“Las cosas no son así, están así.”
Paulo Freire, reflexionando sobre “la fatalidad”
En la comunidad Painefilú, Sur de la Provincia de Neuquén, más precisamente en el paraje denominado Pampa del Malleo, hay una escuela religiosa. Habrá muchas, por todos lados, pero esta es la que tengo de vecinos.
Los niños y niñas de ese lugar tienen una única opción educativa, y no es laica.
La escuela posee albergue por lo que chicos alejados de toda posibilidad de escolarizarse aún recorriendo grandes distancias, concurren a este lugar donde reciben: educación, techo, comida, afecto... y religión.
¿Es correcto?
En este lugar se encuentra desde hace muchos años un padre salesiano llamado Antonio Mateos. Cuando leí el libro ”Hechos escritos con fuego”[1], sentí que se encendía un debate desde el mejor sitio, la propia institución religiosa. Así fue que escribí lo que sigue esperando avivar el fuego, y lo envíe a muchas personas e instituciones que pensé les interesaría opinar:
"LA RELIGIÓN ES PARTE DE LA CULTURA. PERO CUANDO SEEVANGELIZÓ NO SE RESPETÓ LA CULTURA".Padre Salesiano Antonio Mateos, 1998
¿Puede el estado permitir que la única opción educativa de un paraje, pertenezca a una congregación religiosa?¿ Es posible que pese a esta imposición cultural, no sólo no se haga nada por evitarlo (una escuela pública, laica, gratuita y obligatoria como opción)sino que el estado se haga cómplice de la situación pagando los sueldos de los maestros que esa institución designa de acuerdo a sus propósitos religiosos; sosteniendo además económicamente (comida y funcionamiento) con dinero que obtiene del pago deimpuestos de todos sus ciudadanos y que la congregación religiosa ofrece en nombre de su visión de lo divino?La escuela Hogar Mamá Margarita se encuentra ubicada en Pampa del Malleo, paraje de la Comunidad Painefilú.La comunidad de 9.776 hectáreas está integrada también por los parajes de Huilqui Menuco a 12 Kilómetros, Costa del Malleo a 10 kilómetros y Confluencia del Malleo a 28 kilómetros de esta Escuela Hogar. Huilqui, Costa y Confluencia, cuentan con escuelas públicas.Los vecinos de Pampa del Malleo y los vecinos de otras comunidades mapuche con problemas de distancia (la escuela posee albergue), tienen como única opción concurrir a una escuela donde además de acceder a la enseñanza básica, acceden a la enseñanza de una visión religiosa.Cuando el General Roca juntó sus tropas en la confluencia de los ríos Limay y Neuquén, les dio un mensaje con dos órdenes fundamentales: "matanza y exterminio". Está claro que con todas sus armas sólo se podría ocupar de lo primero. El exterminio, buscar que el otro deje de ser, quedó para la iglesia en primer lugar y en segundo plano para la escuela que hizo pie años más tarde con el mandato castellanizador y argentinizador.En la reciente dictadura militar ocurrió algo similar.No se trató de detener o matar al supuesto guerrillero. La orden fue de "aniquilar". Para esto se debieron robar los niños y cambiarles su identidad. Se buscó que el otro ya no fuera quien era.LA MISIÓN SALESIANA ENTRÓ CON EL EJERCITO. Ese es, al decir del padre salesiano Antonio Mateos (desde 1.970 en Pampa del Malleo) "el pecado capital"."Cuando vino Milanesio, y todos los primeros misioneros que estaban acá, se hablaba de una teología de la salvación. El que no se bautizaba no se salvaba", reconoce Mateos quien con mucha lucidez prefiere "no hablar de culpas, sino de errores". Es que la culpa deviene en angustia y de eso se encarga el psicólogo. Las personas religiosas incluso lo podrán resolver con un número a determinar de padrenuestros o avemarías. El error, en cambio (su reconocimiento) supone acciones para (intentar) repararlo.La culpa es individual, se puede tener o no. El error es de quienes lo ven, tiene un cuerpo social y convida al debate.Tratar de salvar el error devenido del "pecado capital" cometido por los misioneros salesianos es algo que se está intentando en países como México o Brasil.Si la comunidad religiosa de la Escuela Hogar Mamá Margarita tiene como propósito prioritario brindar la enseñanza básica a los niños y jóvenes del Paraje Pampa del Malleo, seguramente no tendrán inconveniente en desmontar el andamiaje que sostiene la finalidad religiosa junto o sobre la pedagógica. Esto supondría,trasladar monjas y curas a un sitio donde se pueda visitarlos y escuchar como opción, sacar las actividades religiosas de las rutinas cotidianas, descolgar de las paredes cruces y figuras religiosas, correr de los pasillos las "imágenes" de yeso. "Los santitos" como dicen los chicos, con ese miedo medio admirado que meten estas cosas.Dice Mateos: "la imposición está descartada, se han ido abriendo caminos, otras formas, otra mentalidad que todavía, bueno, no ha dado lugar a acciones concretas, métodos nuevos".Es rol de un estado moderno y del Consejo de Educación en particular, dar el debate sobre si se tiene el derecho de continuar o no con esta imposición religiosa cultural. Discutir las acciones concretas que desde la misma institución reclama Mateos."La religión es parte de la cultura. Pero cuando se evangelizó no se respetó la cultura".Estas palabras en boca de un cura salesiano con treinta años en la zona hablan de una apertura que no debe ser desconocida para encender el debate.El estado tiene responsabilidades que asumir.La escuela no tiene un rol ingenuo en este proceso.Escuela e iglesia deben correrse de la conquista. Los religiosos, y nosotros los maestros.Mirarnos para adentro, permitir ser mirados por otros y sobre todo cambiar.Cambiar como opción para tener sentido.Ser distintos, para poder ser.Las citas pertenecen al Padre Salesiano Antonio Mateos y fueron extraídas del Libro "Hechos escritos con fuego" de Beatriz Kalinsky, Osvaldo Cañete, EditorialPlus Ultra año 2.000
Envié este escrito a las catorce escuelas rurales del Distrito IV. A la escuela Mamá Margarita la llevé personalmente y se la entregué en mano a la directora de la Escuela Hogar y al padre Mateos.
El supervisor escolar cuestionó “el procedimiento administrativo”. No le quedó claro si actuaba como maestro o cómo ciudadano.
Le contesté que como maestro y ciudadano.
Me envió dos notas, en una de ellas me dice que “pongo en riesgo a la persona que confiadamente distribuye la documentación entregada, entendiéndola como un trámite de rutina.”
Es verdad, pienso ahora. Debatir no forma parte de la rutina y ciertamente hay riesgo en hacerlo. No hay por otro lado, ninguna posibilidad de cambio sin riesgo.”La libertad es siempre responsabilidad, la evasión fraude”, ha dicho el cubano J. Marinello en “Meditación Americana.”
La sorpresa más linda vino de la propia Escuela Hogar Mamá Margarita. Me invitaron una tarde a acercarme ya que querían conversar. Vinieron todos, religiosos y laicos. Percibí el lógico enojo y se produjo un debate con preguntas y asombros.
Comprendí su dolor. Del dolor muchas veces sale lo nuevo, los hijos por ejemplo.
Tras una o dos horas de charla, Mateos me acompañó hasta la puerta, me contó que hace unos años les habían hecho un planteo parecido y que aquella vez habían decidido no contestar.
Quedé cruzado por muchas cosas.
Creo que los chicos del campo merecen lo mismo que cualquier otro.
Creo que todas las personas deben tener acceso a la educación porque creo, justamente, que la educación debe ser un camino de liberación.
Creo que hay que pelear por las cosas que uno cree. Creo que no se debe ser tibio con aquello que uno cree injusto. Creo que lo que le pasa a otro es como si me pasara a mi o a mis hijos. Creo como Pablo Neruda que “el que hace las cosas debe ser dueño de todas las cosas”. Creo como dice Mauricio Rosencof que “el que amasa el pan, no puede faltarle.”
Creo que toda la gente tiene derecho al puchero, al afecto, al abrigo, al techo.
Hay un capítulo de la biblia después de los evangelios, hechos 2-44 y 35 llamado “Los primeros cristianos”, donde dicen que tenían todo en común y repartían según la necesidad de cada uno. Creo en esa mirada social de organizar la vida y de repartir los panes y los peces.
Creo en los cambios y creo que tenemos que hacer nuestra parte para que se produzcan... y me digo: ¡soy un creyente!
En la reunión percibí claramente que casi todos estaban dolidos. Sin embargo, Mateos aclaró que él no se sentía así. Mateos habla de “abrir caminos, otras formas que den lugar a acciones concretas”. Estos caminos con seguridad no son sencillos ni indoloros.
Creo que iglesia y educación no deben ir de la mano, que el niño que se está formando debe ir liviano de culpas y temores. Creo que la religión es un ámbito privado de cada familia, que la escuela debe respetar a rajatabla y el estado garantizar que cada ciudadano tenga la oportunidad de formarse en una escuela pública, laica y obligatoria.
En el diario Río Negro del 19 de julio de 2.004, el presidente del Consejo Provincial de Educación Roberto Cacault, da cuenta de que se asignarán 20.200.000 pesos a las escuelas privadas. El funcionario señala que en algunos casos, la provincia subsidia "el 100 por ciento de los salarios de los docentes". En otros colegios se financia hasta el 80 por ciento y el piso es el 60 por ciento. Y comenta que las instituciones religiosas "tienen el 100 por ciento".
En la misma nota el funcionario desliza otras informaciones: “ todos los años se incluye en el presupuesto de la provincia esa partida, para recibir los aportes deben contar con la aprobación del plan de estudios. Esa tarea de control le corresponde a la dirección de Educación Privada”.
Indica que los fondos "están dentro de la ley de educación privada" que autoriza el funcionamiento de las escuelas religiosas, que son públicas de gestión privada, de las que dependen de fundaciones y las de gestión compartida.
Hasta hace dos años, en Neuquén había 90 escuelas privadas entre el nivel inicial y superior. Según Cacault, la dirección de Educación Privada se encarga de controlar el número de alumnos por grado (deben superar los 15 alumnos por curso), la cuota mensual que cobra la entidad, el personal docente, entre otros requisitos que tienen que cumplir para recibir los fondos públicos.
En abril de 2002, el entonces titular de la cartera educativa, Mario Pilatti, impulsó una evaluación sobre la totalidad de las instituciones privadas para observar el cumplimiento de la normativa en vigencia. Pero el informe no se conoció hasta ahora.
¿Por qué no meterse con estos temas?
Contestaron por escrito dos maestros con palabras comprometidas y deseosas de alentar el debate, “es oportuno. Apruebo hacerlo cuanto antes”. El compañero que encontré bajo la lluvia en forma casual, y además la propia escuela Mamá Margarita.
El supervisor me hizo cuestionamientos administrativos, pero no se interesó por el debate.
A veces los maestros se convierten en funcionarios y ven cuestiones administrativas hasta en los asuntos pedagógicos.
Contestó el vocal por la comunidad, Aten provincial también. Contestaron muchos otros lejanos y algunos muy pocos cercanos.
Ni siquiera puedo pedir disculpas a los que pueda haber incomodado, no tengo culpa de haber conocido las palabras de William Blake: “El que desea y no obra engendra peste”.
Hay un acuerdo tácito pero no es solamente para no hablar de este tema; el acuerdo creo, es para estar cómodos. Los que naturalizamos las cosas, somos siempre las personas.
La carta fue enviada durante el año 2.002. Me llegaron noticias que durante el período 2.003/04 algunas cosas habían cambiado respecto a la presencia de los religiosos y religiosas en la escuela. Tal vez estén “en retirada”, como dijo Mateos.
Eso sería justo, es lo que creo.
Rafa
[1] Beatriz Kalinsky, Osvaldo Cañete
Plus Ultra, 2.000
[RU1]lo de mamá magarita, con los aportes recibidas, augusto, tato, maestros, supervisor.
“Las cosas no son así, están así.”
Paulo Freire, reflexionando sobre “la fatalidad”
En la comunidad Painefilú, Sur de la Provincia de Neuquén, más precisamente en el paraje denominado Pampa del Malleo, hay una escuela religiosa. Habrá muchas, por todos lados, pero esta es la que tengo de vecinos.
Los niños y niñas de ese lugar tienen una única opción educativa, y no es laica.
La escuela posee albergue por lo que chicos alejados de toda posibilidad de escolarizarse aún recorriendo grandes distancias, concurren a este lugar donde reciben: educación, techo, comida, afecto... y religión.
¿Es correcto?
En este lugar se encuentra desde hace muchos años un padre salesiano llamado Antonio Mateos. Cuando leí el libro ”Hechos escritos con fuego”[1], sentí que se encendía un debate desde el mejor sitio, la propia institución religiosa. Así fue que escribí lo que sigue esperando avivar el fuego, y lo envíe a muchas personas e instituciones que pensé les interesaría opinar:
"LA RELIGIÓN ES PARTE DE LA CULTURA. PERO CUANDO SEEVANGELIZÓ NO SE RESPETÓ LA CULTURA".Padre Salesiano Antonio Mateos, 1998
¿Puede el estado permitir que la única opción educativa de un paraje, pertenezca a una congregación religiosa?¿ Es posible que pese a esta imposición cultural, no sólo no se haga nada por evitarlo (una escuela pública, laica, gratuita y obligatoria como opción)sino que el estado se haga cómplice de la situación pagando los sueldos de los maestros que esa institución designa de acuerdo a sus propósitos religiosos; sosteniendo además económicamente (comida y funcionamiento) con dinero que obtiene del pago deimpuestos de todos sus ciudadanos y que la congregación religiosa ofrece en nombre de su visión de lo divino?La escuela Hogar Mamá Margarita se encuentra ubicada en Pampa del Malleo, paraje de la Comunidad Painefilú.La comunidad de 9.776 hectáreas está integrada también por los parajes de Huilqui Menuco a 12 Kilómetros, Costa del Malleo a 10 kilómetros y Confluencia del Malleo a 28 kilómetros de esta Escuela Hogar. Huilqui, Costa y Confluencia, cuentan con escuelas públicas.Los vecinos de Pampa del Malleo y los vecinos de otras comunidades mapuche con problemas de distancia (la escuela posee albergue), tienen como única opción concurrir a una escuela donde además de acceder a la enseñanza básica, acceden a la enseñanza de una visión religiosa.Cuando el General Roca juntó sus tropas en la confluencia de los ríos Limay y Neuquén, les dio un mensaje con dos órdenes fundamentales: "matanza y exterminio". Está claro que con todas sus armas sólo se podría ocupar de lo primero. El exterminio, buscar que el otro deje de ser, quedó para la iglesia en primer lugar y en segundo plano para la escuela que hizo pie años más tarde con el mandato castellanizador y argentinizador.En la reciente dictadura militar ocurrió algo similar.No se trató de detener o matar al supuesto guerrillero. La orden fue de "aniquilar". Para esto se debieron robar los niños y cambiarles su identidad. Se buscó que el otro ya no fuera quien era.LA MISIÓN SALESIANA ENTRÓ CON EL EJERCITO. Ese es, al decir del padre salesiano Antonio Mateos (desde 1.970 en Pampa del Malleo) "el pecado capital"."Cuando vino Milanesio, y todos los primeros misioneros que estaban acá, se hablaba de una teología de la salvación. El que no se bautizaba no se salvaba", reconoce Mateos quien con mucha lucidez prefiere "no hablar de culpas, sino de errores". Es que la culpa deviene en angustia y de eso se encarga el psicólogo. Las personas religiosas incluso lo podrán resolver con un número a determinar de padrenuestros o avemarías. El error, en cambio (su reconocimiento) supone acciones para (intentar) repararlo.La culpa es individual, se puede tener o no. El error es de quienes lo ven, tiene un cuerpo social y convida al debate.Tratar de salvar el error devenido del "pecado capital" cometido por los misioneros salesianos es algo que se está intentando en países como México o Brasil.Si la comunidad religiosa de la Escuela Hogar Mamá Margarita tiene como propósito prioritario brindar la enseñanza básica a los niños y jóvenes del Paraje Pampa del Malleo, seguramente no tendrán inconveniente en desmontar el andamiaje que sostiene la finalidad religiosa junto o sobre la pedagógica. Esto supondría,trasladar monjas y curas a un sitio donde se pueda visitarlos y escuchar como opción, sacar las actividades religiosas de las rutinas cotidianas, descolgar de las paredes cruces y figuras religiosas, correr de los pasillos las "imágenes" de yeso. "Los santitos" como dicen los chicos, con ese miedo medio admirado que meten estas cosas.Dice Mateos: "la imposición está descartada, se han ido abriendo caminos, otras formas, otra mentalidad que todavía, bueno, no ha dado lugar a acciones concretas, métodos nuevos".Es rol de un estado moderno y del Consejo de Educación en particular, dar el debate sobre si se tiene el derecho de continuar o no con esta imposición religiosa cultural. Discutir las acciones concretas que desde la misma institución reclama Mateos."La religión es parte de la cultura. Pero cuando se evangelizó no se respetó la cultura".Estas palabras en boca de un cura salesiano con treinta años en la zona hablan de una apertura que no debe ser desconocida para encender el debate.El estado tiene responsabilidades que asumir.La escuela no tiene un rol ingenuo en este proceso.Escuela e iglesia deben correrse de la conquista. Los religiosos, y nosotros los maestros.Mirarnos para adentro, permitir ser mirados por otros y sobre todo cambiar.Cambiar como opción para tener sentido.Ser distintos, para poder ser.Las citas pertenecen al Padre Salesiano Antonio Mateos y fueron extraídas del Libro "Hechos escritos con fuego" de Beatriz Kalinsky, Osvaldo Cañete, EditorialPlus Ultra año 2.000
Envié este escrito a las catorce escuelas rurales del Distrito IV. A la escuela Mamá Margarita la llevé personalmente y se la entregué en mano a la directora de la Escuela Hogar y al padre Mateos.
El supervisor escolar cuestionó “el procedimiento administrativo”. No le quedó claro si actuaba como maestro o cómo ciudadano.
Le contesté que como maestro y ciudadano.
Me envió dos notas, en una de ellas me dice que “pongo en riesgo a la persona que confiadamente distribuye la documentación entregada, entendiéndola como un trámite de rutina.”
Es verdad, pienso ahora. Debatir no forma parte de la rutina y ciertamente hay riesgo en hacerlo. No hay por otro lado, ninguna posibilidad de cambio sin riesgo.”La libertad es siempre responsabilidad, la evasión fraude”, ha dicho el cubano J. Marinello en “Meditación Americana.”
La sorpresa más linda vino de la propia Escuela Hogar Mamá Margarita. Me invitaron una tarde a acercarme ya que querían conversar. Vinieron todos, religiosos y laicos. Percibí el lógico enojo y se produjo un debate con preguntas y asombros.
Comprendí su dolor. Del dolor muchas veces sale lo nuevo, los hijos por ejemplo.
Tras una o dos horas de charla, Mateos me acompañó hasta la puerta, me contó que hace unos años les habían hecho un planteo parecido y que aquella vez habían decidido no contestar.
Quedé cruzado por muchas cosas.
Creo que los chicos del campo merecen lo mismo que cualquier otro.
Creo que todas las personas deben tener acceso a la educación porque creo, justamente, que la educación debe ser un camino de liberación.
Creo que hay que pelear por las cosas que uno cree. Creo que no se debe ser tibio con aquello que uno cree injusto. Creo que lo que le pasa a otro es como si me pasara a mi o a mis hijos. Creo como Pablo Neruda que “el que hace las cosas debe ser dueño de todas las cosas”. Creo como dice Mauricio Rosencof que “el que amasa el pan, no puede faltarle.”
Creo que toda la gente tiene derecho al puchero, al afecto, al abrigo, al techo.
Hay un capítulo de la biblia después de los evangelios, hechos 2-44 y 35 llamado “Los primeros cristianos”, donde dicen que tenían todo en común y repartían según la necesidad de cada uno. Creo en esa mirada social de organizar la vida y de repartir los panes y los peces.
Creo en los cambios y creo que tenemos que hacer nuestra parte para que se produzcan... y me digo: ¡soy un creyente!
En la reunión percibí claramente que casi todos estaban dolidos. Sin embargo, Mateos aclaró que él no se sentía así. Mateos habla de “abrir caminos, otras formas que den lugar a acciones concretas”. Estos caminos con seguridad no son sencillos ni indoloros.
Creo que iglesia y educación no deben ir de la mano, que el niño que se está formando debe ir liviano de culpas y temores. Creo que la religión es un ámbito privado de cada familia, que la escuela debe respetar a rajatabla y el estado garantizar que cada ciudadano tenga la oportunidad de formarse en una escuela pública, laica y obligatoria.
En el diario Río Negro del 19 de julio de 2.004, el presidente del Consejo Provincial de Educación Roberto Cacault, da cuenta de que se asignarán 20.200.000 pesos a las escuelas privadas. El funcionario señala que en algunos casos, la provincia subsidia "el 100 por ciento de los salarios de los docentes". En otros colegios se financia hasta el 80 por ciento y el piso es el 60 por ciento. Y comenta que las instituciones religiosas "tienen el 100 por ciento".
En la misma nota el funcionario desliza otras informaciones: “ todos los años se incluye en el presupuesto de la provincia esa partida, para recibir los aportes deben contar con la aprobación del plan de estudios. Esa tarea de control le corresponde a la dirección de Educación Privada”.
Indica que los fondos "están dentro de la ley de educación privada" que autoriza el funcionamiento de las escuelas religiosas, que son públicas de gestión privada, de las que dependen de fundaciones y las de gestión compartida.
Hasta hace dos años, en Neuquén había 90 escuelas privadas entre el nivel inicial y superior. Según Cacault, la dirección de Educación Privada se encarga de controlar el número de alumnos por grado (deben superar los 15 alumnos por curso), la cuota mensual que cobra la entidad, el personal docente, entre otros requisitos que tienen que cumplir para recibir los fondos públicos.
En abril de 2002, el entonces titular de la cartera educativa, Mario Pilatti, impulsó una evaluación sobre la totalidad de las instituciones privadas para observar el cumplimiento de la normativa en vigencia. Pero el informe no se conoció hasta ahora.
¿Por qué no meterse con estos temas?
Contestaron por escrito dos maestros con palabras comprometidas y deseosas de alentar el debate, “es oportuno. Apruebo hacerlo cuanto antes”. El compañero que encontré bajo la lluvia en forma casual, y además la propia escuela Mamá Margarita.
El supervisor me hizo cuestionamientos administrativos, pero no se interesó por el debate.
A veces los maestros se convierten en funcionarios y ven cuestiones administrativas hasta en los asuntos pedagógicos.
Contestó el vocal por la comunidad, Aten provincial también. Contestaron muchos otros lejanos y algunos muy pocos cercanos.
Ni siquiera puedo pedir disculpas a los que pueda haber incomodado, no tengo culpa de haber conocido las palabras de William Blake: “El que desea y no obra engendra peste”.
Hay un acuerdo tácito pero no es solamente para no hablar de este tema; el acuerdo creo, es para estar cómodos. Los que naturalizamos las cosas, somos siempre las personas.
La carta fue enviada durante el año 2.002. Me llegaron noticias que durante el período 2.003/04 algunas cosas habían cambiado respecto a la presencia de los religiosos y religiosas en la escuela. Tal vez estén “en retirada”, como dijo Mateos.
Eso sería justo, es lo que creo.
Rafa
[1] Beatriz Kalinsky, Osvaldo Cañete
Plus Ultra, 2.000
[RU1]lo de mamá magarita, con los aportes recibidas, augusto, tato, maestros, supervisor.